Sabryna Breuer y los Zapatos Rojos

“Gerardo (Stadecker) no solamente mató a mi mamá; mató a mi familia entera”, esta es la desgarradora frase que Astrid Lindgren Breuer, hija de la víctima de feminicidio Sabryna Breuer, pronunció momentos antes de que se diera a conocer la condena de 28 años de cárcel para el feminicida. Astrid fue la voz de su madre y de los muchos hijos e hijas que quedan a la deriva como consecuencia de la violencia intrafamiliar que se llevan lo más preciado que se tiene: una madre.

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Quienes no entienden la real dimensión de la violencia intrafamiliar y de lo que es y significa un feminicidio tienden a descalificar e irse por las ramas “imputando” siempre la responsabilidad de los hechos a la víctima y en el peor de los casos vilipendiando la memoria de quien ya no está para defenderse. El caso de Sabryna Breuer nos vuelve a mostrar lo vulnerables que somos las mujeres frente a la violencia.

De acuerdo con un estudio realizado por el Ministerio de la Mujer con el apoyo del Banco Mundial, entre 2019 y 2022 se registraron 143 muertes violentas de mujeres por razones de género. Cuatro de cada 10 feminicidios ocurrieron en el departamento Central (29%) y Alto Paraná (12%).

Dentro de Central, las localidades más violentas son Capiatá, Limpio y Luque. La radiografía estadística también muestra el que 79% de las víctimas eran madres y que particularmente, en el 2022 todas las víctimas de feminicidio eran madres de al menos un hijo.

Los números son los números, son evidencias y no un antojo de las feministas, las mal llamadas “feminazis” o de las defensoras y defensores de los derechos de las mujeres. Son la evidencia de una realidad a la que muy pocas veces se le presta la atención debida. Los números nos dicen también que el 79% de esos feminicidios fueron perpetrados por alguien allegado a la víctima (89%) y que esos allegados (88%) son o fueron pareja de la misma.

El día en que se entienda la real dimensión de estos número, el día en que se entienda que perpetrar un feminicidio tiene un efecto dominó a mediano y largo plazo y que además nos interpela como sociedad, ese día quizá se tomen en serio las denuncias y las campañas para llamar la atención sobre la violencia hacia la mujer. Mientras tanto solo nos queda replicar campañas como las de los “Zapatos Rojos” para recordar a quienes ya no están y que cuya sangre derramada no siempre encuentra justicia.

mescurra@abc.com.py

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