Sabemos que en los periodos de mandatos es imposible solucionar esa problemática, por ello el sector vial debe ser una política de todos quienes son autoridades. Y así ir sumando cuadras y kilómetros de caminos de todo tiempo para quienes habitan ciudades y comunidades rurales.
Si bien es verdad que el sector campesino es el que más sufre tras lluvias importantes, porque se les hace difícil y en algunos casos imposible salir de sus zonas, no es menos cierto que en las diferentes ciudades del departamento de Concepción también se siente esa misma realidad.
En los distintos barrios donde la pavimentación no ha llegado, los vecinos tienen serias dificultades para transitar las calles, luego de las precipitaciones.
Las poblaciones, principalmente en las ciudades, han aumentado pero ello no debe ser una excusa “muy prolongada” para que las obras viales lleguen hasta sus hogares. Las autoridades deben estar a la par de esos números demográficos.
Pero el mejoramiento de las arterias y vías no solo se deben dar pavimentándolas, sino también construyendo desagües pluviales y manteniendo los cloacales, que suelen colapsar con las lluvias importantes.
Otro factor importante es la calidad de los trabajos ejecutados y por sobre todo a la hora de ser recibidos por las distintas municipalidades, la gobernación o el propio gobierno nacional, se deben tener los criterios técnicos necesarios y la honestidad de los funcionarios para no recibir obras chapuceras.