Aguas turbias

El bandidaje de la mayoría de nuestros políticos paraguayos no tiene límites. Perdieron totalmente la vergüenza y parece que tienen el firme propósito de destruir cualquier posibilidad de bienestar para la sociedad.

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El caos en muchos ámbitos del país para no decir en todo, es generado desde el propio Estado, sin importar el color que ostenta el político de turno que está en el cargo. Uno de los más grandes problemas generados desde el Estado es la posesión de tierras y es evidente que no hay intenciones de sanearla porque no es conveniente para grandes y poderosos que se enriquecen a costa de esta situación.

En varias ocasiones, estos conflictos generados por el propio Estado han causado tragedias, siendo la más conocida la masacre de Curuguaty, pero con mucha frecuencia se registran muertes relacionadas a ocupaciones de tierra.

Además de los trágicos desenlaces, el negociado con las tierras públicas ha privado a miles de compatriotas de una vida digna. Tal es el caso de Ciudad del Este, donde por intereses particulares varias hectáreas de valiosos inmuebles que debían ser destinados a trabajadores de la vía pública terminó en poder de grandes empresarios.

El viernes pasado, la directora general de Registros Públicos, Lourdes González, admitió públicamente que no saben a quién en realidad pertenece el valioso inmueble de siete hectáreas, ubicado a metros del Puente de la Amistad a orillas del río Paraná.

Ahora estas tierras podrían ser rematadas y entregadas a particulares, por inoperancia de las autoridades, aunque también es reclamado por un hijo del exdictador Alfredo Stroessner, reconocido recientemente. Es decir, la chance de que beneficie a la sociedad esteña es prácticamente nula.

¿Cómo es posible que no se haya hecho lo necesario para poner fin a este conflicto de larga data? Es evidente que es conveniente para las autoridades mantener las condiciones de estas tierras en la incerteza, así todos –menos la sociedad– pueden sacar provecho de la misma.

Son los propios políticos quienes de esta manera propician el caos para luego sacar provecho, es decir enturbian el agua para pescar en ella.

Cada vez que hay cambios de autoridades lo único que se hace es cambiar de aprovechador, pues nadie se interesa de un saneamiento real y definitivo de estas problemáticas.

Lastimosamente hay muy pocas esperanzas de que esto mejore, los casos generados desde el Este siguen y suman.

tereza.fretes@abc.com.py

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