Es así que el educador Arnaldo Herebia, se puso las pilas y viajó a la capital del país, distante unos 800 kilómetros, y allí acompañado de un amigo fiscal, procedió a visitar varios juzgados penales en busca de obtener la ansiada ayuda.
La respuesta de los magistrados fue realmente positiva, y en el marco de sentencias que se les imponen a personas procesadas en concepto de una reparación social, logro acceder a la millonaria donación, consistente en diferentes materiales pedagógicos y de infraestructura.
Las donaciones que beneficiaran a los niños, jóvenes y maestros son sillas pedagógicas, y para eventos sociales, muebles varios como armarios y escritorios, bebederos eléctricos, televisor, equipo de proyección, equipos musicales, parlantes, aire acondicionado, fotocopiadora, pizarrones portátiles, elementos de limpieza y basureros varios, entre otros.
El docente no se quedó solo en eso; ya que las autoridades municipales y departamentales, se negaron a pagar el flete para transportar todas estas donaciones hasta este lejano lugar, los padres de familia lograron realizar actividades para poder costear los G. 6 millones que fue el costo de traslado.
Estas son las acciones que se deben de emular, y de una manera especial, los educadores si tienen esa sagrada vocación de enseñar. Lastimosamente hoy en día vemos que la educación está totalmente politizada y varios maestros actúan como si fuesen simples hurreros al servicio de los políticos de turno.
Conociendo el escaso accionar de nuestras autoridades, sin lugar a dudas la autogestión es la clave, para buscar el anhelado desarrollo social del país que todos anhelamos tener.