La amistad también es amor y respeto

Ya estamos en plena semana de la amistad. Y siempre hay puntos a reflexionar sobre el tema. Se trata de una relación hermosa, muy terapéutica para el alma. Como en el amor, en la amistad hay que cuidar la conexión, para no herir ni lastimar, sino comprender y tolerar.

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En estos tiempos de redes sociales conocemos muchas personas que están a kilómetros de distancia. Y volvemos a reconectarnos con ex compañeros de escuelas, colegios y universidades. Se organizan encuentros para recordar viejos tiempos y escuchamos relatos de cómo les ha ido en la vida a los amigos. Sentimos mucha felicidad al verlos sanos, exitosos y dichosos. Algunos, muy pocos, dejaron las sillas vacías, por ausentarse para siempre de este plano terrenal.

A pesar de lo difícil que se nos hizo el camino, seguimos en la lucha. Superamos pandemias, dramas sociales, políticos y económicos. Nos hablan las noticias de próximas epidemias, de guerras, del cambio climático y de faltas de alimentos. Por suerte, tenemos fe y esperanzas de que el mundo puede ser mejor gracias al empeño que debemos poner todos. Y en esto, la amistad de pueblos, naciones y personas, tiene mucho que ver. No se trata de algo muy sentimental y romántico sino de algo muy real y objetivo.

Durante dos años recientes nos dimos cuenta a través del distanciamiento, la enorme importancia de los lazos afectivos. Nos dimos cuenta de la importancia de las cercanías, los besos, los abrazos, las caricias, las miradas, las manos entrelazadas, el caminar juntos, las risas, las palabras al oído y el dar palmaditas a las espaldas. Ni pudimos llorar en el hombro de los amigos en el funeral de algún ser querido. Ni eso. Por eso comprendimos que las relaciones humanas son las joyas más valiosas y hay que protegerlas de cualquier peligro. Nos dimos cuenta porque no tuvimos en esos tiempos y vaya que nos hicieron falta. Mucha falta.

Es que somos seres sociales y no podemos vivir aislados ni enfrascados en una campana de cristal. Como animal social, el hombre y la mujer son los únicos que pueden amar, sentir, respetar, tolerar, perdonar, razonar y volver a comenzar de cero, una y otra vez. Somos los seres más iluminados de la creación y eso nos permite crecer y ser grandes. Somos espirituales y eso nos permite elevarnos en un siguiente nivel donde los sentimientos son más puros y sinceros. No se contaminan con la envidia ni la codicia. En este nivel no hay malos pensamientos ni chismes. Es un estado perfecto de conexión que solo conocen las almas superiores que están en la quinta dimensión. Son lazos de almas puras.

El doctor Hunter Patch Adams conocido como el médico de la risaterapia, dice que la depresión es una enfermedad de la soledad. Agrega que podemos curarnos con las relaciones con los demás, el ejercicio de la creatividad, el sentido del humor, hacer trabajos sociales, tener compasión, sentir amor y empatía. El doctor que es también payaso, señala que no tenemos que aburrirnos ni un solo día, porque eso sería arruinar ese día. Tenemos que ser divertidos, felices, creativos, cariñosos, amables, considerados y compasivos. Nada nos falta para eso.

Los mejores amigos y los más duraderos reúnen esas cualidades. Se ríen juntos, comparten momentos, bailan, cantan, comen y hacen planes. Es más fácil recorrer ese camino de la vida con un amigo sincero al lado. Es el hermano de corazón y la otra parte que nos complementa. Feliz día del amigo.

blila.gayoso@hotmail.com

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