¿Anunciará Biden un plan económico hemisférico?

Durante su visita del 23 de mayo a Tokio, Japón, el presidente Joe Biden anunció la creación de un bloque económico de 13 países entre Estados Unidos y Asia que se llamará el Esquema Indo-Pacífico. Y esto me lleva a preguntarme: ¿anunciará Biden la creación de un bloque similar con América Latina cuando presida la Cumbre de las Américas en Los Ángeles en la semana del 6 de junio?

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El nuevo bloque económico Indo-Pacífico reemplazará al Acuerdo de Asociación Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés), una iniciativa de comercio global que incluía a países asiáticos y latinoamericanos. El TPP, creado durante la presidencia de Barack Obama, fue un esfuerzo de Estados Unidos por contrarrestar la creciente influencia económica de China en el mundo, pero el expresidente Donald Trump tontamente retiró a Estados Unidos del acuerdo en 2017.

Ahora, Biden ha recreado el TPP con menos énfasis en el libre comercio, y dándole más peso a la creación de normas y reglas comunes para facilitar el comercio y asegurar las cadenas de suministro. El Esquema Indo-Pacifico representará alrededor del 40% de la economía mundial e incluye a Estados Unidos, Japón, India, Corea del Sur, Singapur, Tailandia, Filipinas y Vietnam.

“Estamos redactando las nuevas reglas para la economía del siglo XXI”, dijo Biden al anunciar el nuevo bloque. “Van a ayudar a que las economías de todos nuestros países crezcan más rápido y de manera más justa”.

Por supuesto, hay muchas razones para ser escéptico sobre un bloque económico similar entre Estados Unidos, América Latina y el Caribe.

El término “libre comercio” se ha convertido en una mala palabra en Washington D.C., por temores de sectores aislacionistas de que provocaría una pérdida de empleos en Estados Unidos.

Además, hay poco tiempo para redactar un plan económico hemisférico antes de la Cumbre de las Américas, y la reunión ya está amenazada por desacuerdos sobre su asistencia y agenda.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha amenazado con no asistir a la cumbre a menos que Biden invite a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sugerido que también podría quedarse en casa, aunque sin especificar sus motivos.

Si los dos países más grandes de América Latina no asisten, sería difícil lanzar un gran plan hemisférico.

Pero si, se puede. Después de todo, hubo muy poco trabajo preparatorio para el recién creado bloque Indo-Pacífico. Por el contrario, la declaración fundacional del grupo es en gran parte un documento de buena voluntad, en que los países solo han acordado comenzar a negociar un acuerdo de integración económica.

Biden podría ofrecer algo similar para América Latina en un momento en que el desempleo en Estados Unidos está en mínimos históricos y el país necesita desesperadamente cadenas de suministros alternativas para no depender tanto de las importaciones de China.

“El esquema que se anunció en Japón podría ofrecer un camino a seguir para el hemisferio”, dice Eric Farnsworth, jefe de la oficina de Washington D.C. del Consejo de las Américas, un grupo centrado en los negocios.

Farnsworth agregó que la próxima Cumbre de las Américas ha sido “secuestrada” por la discusión sobre la asistencia de Cuba, Venezuela y Nicaragua, pero eso es en parte porque no había una iniciativa económica de Estados Unidos que atrapara la atención de todos. Como advertí en esta columna en enero, Biden debería haber comenzado a trabajar en esto muchos meses antes. Lamentablemente, ya sea por la invasión rusa a Ucrania o por falta de interés, no lo hizo.

A pesar del giro hacia la izquierda en América Latina, muchos presidentes firmarían un acuerdo para aumentar las exportaciones a Estados Unidos. Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, América Latina podría obtener $70,000 millones más en exportaciones anuales si tan solo pudiera atraer el 10% de las actuales exportaciones de China a Estados Unidos.

Así que seamos francos: el anuncio de Biden del nuevo bloque económico con una docena de países asiáticos fue principalmente un acuerdo para iniciar negociaciones económicas. No hay razón para que Estados Unidos no lance una iniciativa similar con América Latina, y la Cumbre del 6 de junio sería la ocasión perfecta para hacerlo.

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