Vera Báez destinó más de G. 3.000 millones en la construcción de un pabellón de contingencia con una planta generadora de oxígeno, que actualmente son inservibles porque no se están utilizando debido a que no cuenta con el permiso para estar operativo. Se gastó una millonada de plata en dichas obras y si bien, el gobernador, dice que por una cuestión política no se utiliza las instalaciones, es un hecho de que él no coordinó los trabajos con el Ministerio de Salud para encarar estas obras.
El Gobernador de Guairá no solamente dilapidó millonarios recursos en obras que no se pueden utilizar, sino que también evadió la Ley de Contrataciones Públicas y lo hace a través de comisiones donde el control del proceso de adjudicación de las obras es prácticamente nulo y está direccionado para los amigos. También hay sospechas de que las facturas son clonadas o falsificadas para justificar los gastos y en consecuencia la Secretaría de Estado de Tributación (SET) se constituyó en la Gobernación.
En este contexto, Juan Calos Vera, repartió a sus funcionarios Carlos Augusto Ramos Ruiz Díaz y Aarón Mizraym Menzel más de G. 5.125 millones, también de los fondos covid, ya que los mismos aparecían como presidentes o miembros de las comisiones vecinales que eran beneficiadas con el dinero y a la vez percibían un salario en la Gobernación.
La Junta Departamental de Guairá por mayoría de 13 votos de los 14 concejales, rechazó la rendición de cuentas del gobernador por indicios de malversación, obras sobrefacturadas y despilfarro del dinero público y pidieron la intervención, que ya fue presentada ante el Ministerio del Interior y otras instituciones competentes para su análisis. Vera Báez, hace rato perdió el apoyo de los concejales tanto de colorados cartistas y oficialistas, sin mencionar los liberales y uno del Frente Guazú, y no tiene ningún aliado en el pleno. Si el pedido de intervención corre y si la Cámara de Diputados lo aprueba con todas estas irregularidades; el Gobernador Juan Carlos Vera Báez será destituido del cargo.
Si bien la intervención es una vía importante para destituir a autoridades corruptos, esto no tiene que caer en un mero oportunismo político para acceder al poder, sino que debe ser para mejorar y transparentar la gestión de la Gobernación del Guairá.