“¿Va a pasar otra vez?”

Es una pregunta más compleja que sencilla, que de manera directa o no llega a nuestras mentes ante cualquier actividad que estemos realizando y con el miedo constante de volver a enfrentarnos al periodo sanitario oscuro. O tal vez a una nueva ola como del virus que en un abrir y cerrar de ojos nos robó dos años de vida cotidiana marcando un antes y un después para la humanidad. Al menos eso es lo que creíamos que iba a pasar, pero el razonamiento humano muchas veces es tan extraño, que aquello conocido como nueva normalidad pasó a ser más de lo mismo.

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Nos preguntamos si volverá a presentarse un contagio masivo mientras irónicamente intercambiamos tragos en lugares cerrados rebosantes de personas –algunos con síntomas leves– sin ningún tipo de cuidado, vacunados en el mejor de los casos, pero… ¿seguros?

Los números diarios del Ministerio de Salud muestran que en parte ese temor ya es un hecho real, con muchos nuevos casos positivos de COVID, pero lejos del alto número de fallecidos que eran registrados antes de que llegasen las vacunas.

¿Soy yo o el escenario es muy similar a los primeros meses en pandemia del mal recordado 2020?

Otro aspecto a ser resaltado es que cada vez más personas están demostrando su oposición abierta a la aplicación de la vacuna, lo que no puedo juzgar como algo bueno o malo por carecer de conocimientos científicos, y solo limitarme a mencionar que afortunadamente al ingresar a las redes ya no veo pedidos desesperados de ayuda para conseguir camas, oxígeno o medicamentos. Desde Salud dicen que si no fuese por la vacuna ya estaríamos acabados.

Un debate que quedó instalado por breves días hacía alusión a la posible aplicación del pase sanitario para poder acceder a locales y eventos. La idea generó muchas reacciones a favor pero también en contra, lo que nos marca la pauta de que existe una división ideológica bien definida en la sociedad, que podría estallar en un estado de persecución si es que las autoridades no son exactas en sus campañas de difusión informativa. En otras palabras, merecemos toda la verdad sobre la enfermedad, nuevas variantes y por sobre todo eficacia de la vacuna.

Muchas personas con el esquema completo dicen dar positivo al covid y presentar síntomas molestos por al menos tres días, quedando obligados incluso a solicitar reposos laborales. Otros solo minimizan la situación alegando tener una simple gripe. Todo es tan igual al 2020 que asusta.

Al final solo podemos decir que nada cambió en dos años; nuestro sistema sanitario no es el mejor, nuestros hábitos son los de antes, los corruptos siguen al mando en el manejo de recursos. Si queremos buscar enemigos que no sea entre vacunados o no vacunados, mejor señalemos con el dedo a quienes administran mal el país o legislan por intereses privados y gritémosles “corruptos” al verlos por las calles.

jose.melgarejo@abc.com.py

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