Paraguay siempre tuvo un déficit en cuanto a camas de terapia, pero tras la pandemia, el Ministerio de Salud tuvo que aumentarlas forzosamente y con buen tino el ministro de Salud, doctor Julio Borba, afirmó que se mantendrán esas nuevas incorporaciones, para poder responder la alta demanda de pacientes polivalentes. Sin embargo, vemos con preocupación que de nuevo esos lugares ya no daban abasto, lo que indica que se debe trabajar fuertemente en prevención.
Salud Pública en la época del expresidente Fernando Lugo, de la mano de la entonces ministra Esperanza Martínez, hace 13 años, había dado empuje a la estrategia Atención Primaria en Salud (APS) y se apostó a la descentralización de la salud, pero en la época de Horacio Cartes y su exministro de la cartera sanitaria, hoy senador Antonio Barrios, tuvo un retroceso. Ya bajo el gobierno actual de Mario Abdo Benítez, el doctor Julio Mazzoleni volvió a apostar a la APS.
Es de esperarse que el personal de blanco de la APS cumpla a cabalidad su rol de trabajar seriamente en la prevención primaria, que consiste en ayudar también a la población a identificar sus factores de riesgo y tratarlos a tiempo para evitar complicaciones futuras. Una de esas enfermedades crónicas prevenibles son las afecciones coronarias, con unos 7.000 fallecidos al año en Paraguay y es así la principal causa de muerte.
Esperemos que los profesionales de la APS no se conviertan en simples “derivólogos” a los centros médicos, ateniendo a que lastimosamente en el reclutamiento del personal de blanco hubo denuncias de amaño y padrinazgos para acceder a los rubros “concursados”. Deben saber que su salario paga el pueblo a quien se deben y no a sus padrinos, y que así también es fundamental que cumplan su rol vital en cada comunidad.