Desde el inicio, se nos informó que enfermos de diabetes, hipertensión, obesidad, asma y cáncer, agravan los cuadros y sufren más problemas en el proceso del covid. Existe una lógica en todos estos temas ya que la alimentación es muy importante como señalan los médicos y nutricionistas.
Hace como 50 años o más, irrumpieron en el mundo los vegetarianos. Lo que comenzó como una moda se convirtió para muchos en un estilo de vida pro salud. En contra de matar animales y conservar la naturaleza, jóvenes ecologistas empezaron a practicar meditación y yoga, acompañados de una nutrición sana y natural. Se opusieron a los agrotóxicos y a los transgénicos y siguieron en la lucha hasta ahora. Están los ovo-lacto-vegetarianos que agregan el huevo y la leche a su lista de alimentos.
Los budistas y otras culturas afirman que nuestro código genético no está diseñado para comer cadáver sino solamente frutas, verduras, hortalizas, legumbres y semillas. El pueblo Hunza bajo el Himalaya, vive un promedio de 145 años y no comen carne. Tienen un cutis increíble y no tienen casi contacto con el mundo exterior. Vale la pena estudiarlos aunque no podemos imitarlos. Se conocen muchas culturas que no consumen la carne y desde luego, que imaginamos que cerca de ríos, lagos y montañas, lejos de la sociedad de consumo y el estrés, gozan de longevidad.
Hipocrátes, el padre de la medicina, ya sostenía que el mejor medicamento es el alimento, 2500 años atrás. Esta es una verdad hasta la actualidad que no es extraño escuchar que somos lo que comemos. Por esa razón, es tan importante cuidar la alimentación para lograr una salud perfecta. Más todavía en estos momentos que estamos sufriendo una prueba de fuego.
Patrick Olford, dice en su libro: “Nutrición óptima” que la psicología actual debe interactuar con otras disciplinas como la neurología, la psiquiatría, la endocrinología y la nutrición. Señala Olford que ya no basta con escuchar al paciente sino hay que ver su alimentación, su ambiente, familia y genética para resolver el problema. Este planteamiento es toda una revolución y nos da muchas esperanzas por las consecuencias que trae la pandemia en la salud mental.
Nos veremos obligados a realizar cambios en los hábitos, si queremos vivir más y mejor. Una excelente calidad de vida incluye una sana nutrición en primer lugar. Ojalá podamos volver a la naturaleza, cuidando las plantas y los animales. Cuidando el aire y el agua. Cuidando la salud integral, tomando sol y caminando descalzos en pastos y arenas. Algún día y alguna noche podremos descubrir de nuevo el cielo y las estrellas y lograr una inmensa paz que tanto hace falta a nuestros espíritus. Ese será el momento supremo en que volveremos a nacer y ser las criaturas que siempre fuimos y cuya esencia perdimos por el caos y el ruido que nos llevaron por otros caminos.