Se presentaron informes técnicos que señalan que “el tomógrafo funciona porque arranca, pero no realiza las imágenes”. Entonces no es utilizable, es decir, en realidad NO FUNCIONA.
Los funcionarios del IPS de Concepción monitorearon la nota de pedido de reparación del aparato y, según el circuito burocrático que recorrió, llegó hasta la presidencia de la previsional.
Autoridades políticas de la zona de Concepción, así como comerciantes y asegurados, también solicitaron la reparación del aparato. Parece increíble, pero a pesar de estos reclamos el tomógrafo sigue sin funcionar.
Los asegurados, a quienes mensualmente se les descuenta del salario el aporte al IPS, así como los jubilados, son los que sufren la falta del servicio, tan importante para diagnósticos.
Si algún asegurado precisa del estudio tomográfico debe recurrir al hospital regional, dependiente del Ministerio de Salud Pública. Este nosocomio está saturado de pacientes, en su mayoría enfermos de covid-19. La otra opción es ir a algún centro asistencial privado donde el costo del estudio es elevado.
Con la apertura de empresas en el departamento de Concepción, cuyos empleados deben pagar indefectiblemente el aporte al IPS, la cantidad de asegurados aumentará. Esto naturalmente elevará la demanda de servicios.
Resulta inadmisible que los encargados de autorizar la reparación del tomógrafo del IPS de Concepción en casi un año y en plena pandemia no hayan atendido los innumerables pedidos.