Cualquiera pensaría que estoy tratando de desviar la atención cuando estamos viviendo de nuevo uno de los momentos más difíciles para la democracia, con la detención del presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre. Pero realmente no es así.
Uno de los libros que eligió Efraín para pasar su reclusión en la Agrupación Especializada es “El Conde Belisario”, novela histórica publicada en 1938, del londinense Robert Graves. Es el mismo autor de “Yo, Claudio”, que luego se convirtió en una miniserie de TV.
Belisario fue un militar que logró éxitos en la reconquista de gran parte del Imperio Romano de Occidente, utilizó más que nada el ingenio en las batallas y hasta salió a negociar acuerdos de paz, según la reseña de Graves. Más adelante enumera varias estrategias que había utilizado y que quizás pueda ayudar a entender por qué Efraín decidió escoger este libro durante su prisión.
Algunos sostienen que la resolución de la jueza Cynthia Garcete se ajusta a derecho y que la imputación del fiscal Édgar Sánchez estuvo “mal parida”, motivo por el cual la magistrada se vio obligada a enviarle a prisión a Efraín por no cumplir las medidas cautelares. Es decir, si el titular del PLRA obedecía estas imposiciones, no iba a estar preso. Aquí cabe la famosa pregunta: ¿Buscó Efraín la prisión para elevar su imagen a dos años de las elecciones generales? Solo él puede responder esta pregunta pero nosotros también intentaremos resolver este cuestionamiento, con las siguientes consideraciones: 1. La imputación es muy forzada. Es más, contradice totalmente el Art. 278, del Código Electoral, que en el inciso c, en su última parte dice claramente: “Los candidatos no pueden ser administradores electorales”. Efraín era candidato a presidente de la República en las elecciones generales del 2018. Entonces, ¿por qué le procesaron a él por supuestos malos manejos financieros en el PLRA?
2. Efraín percibió perfectamente que no le iban a perdonar por aquella resistencia que hizo junto a otros actores políticos, e incluso del Partido Colorado como Mario Abdo Benítez al frente de Añetete, a la enmienda mau, que quiso imponer a la fuerza en el 2017 el cartismo con sus aliados “opositores” como el Frente Guasu, liberales llanistas y de Unace. A tal punto que un pelotón de policías fue a buscarlo en la sede del PLRA, atracaron ese partido opositor (que ni Stroessner se animó a eso) y terminaron asesinando a un joven dirigente liberal –Rodrigo Quintana– en la madrugada del 1 de abril de 2017.
3. Según siempre nuestra percepción, Alegre decidió enfrentar de manera no convencional el proceso judicial que tiene encima desobedeciendo las decisiones para dejar en evidencia que la Diosa Astrea hace rato ya no usa su venda. Si buscó su prisión, fue una decisión política arriesgada pero valiente, digna de liberales que resistieron en las “trincheras” contra la dictadura de Stroessner. Pero lo que no sabemos es si le darán los resultados que él necesita porque carece de fuerza política en el Congreso y apela a la educación cívica de los electores paraguayos.
4. Por de pronto, el titular del PLRA está ganando la batalla que se está librando en redes sociales, discusiones en círculos familiares, sectores políticos democráticos, etc. La primera victoria de Efraín es evidenciar que la Justicia es dura como el acero para los débiles y blanda para los poderosos.