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No pudieron refutar ni una de las explicaciones contra las mentiras que instalaron sobre fideicomiso, firma de biocombustible y Nicolás Leoz. Documentos y sólidos argumentos les restregaron en la cara.
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Por K.O. perdieron en la convocatoria.
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Al día siguiente el bravucón “geniolón” tuiteó gua’u que no se aclaró nada, bla, bla, bla. Lo hizo seguramente luego del tirón de orejas que recibió.
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Lo más saludable es que dejen de oficio sin efecto esta comisión “garrote” porque no logran instalar sus mentiras. Lo peor de todo es que devalúan una sagrada institución constitucional.
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El Gobierno de Santítere lanza tres por tres por el aumento “histórico” de las recaudaciones pero al santo cohete porque se va todo en “nepobabies”, beneficios groseros para los 125 parlamentarios y otros despilfarros. En contrapartida, los hospitales públicos se caen a pedazos. Eso sí que es “histórico”.
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De seguridad ni hablemos. El país prácticamente está tomado por los “chespiceros”, asaltantes, etc.
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Santítere no tiene siquiera permiso para escribir un tuit en contra de los despilfarros en el Congreso. Prefiere jugar fútbol con los que se van a llevar seguros VIP y combustibles de G. 5.000.000 al mes mientras las enfermeras ganan un salario miserable, no hay médicos suficientes en hospitales públicos, faltan turnos, insumos, etc.
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El país está cada vez peor. Tal vez las autoridades estén mejor, pero la ciudadanía no.
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Aparentemente se viene otro fracaso internacional. La mayoría de los países de la OEA le bajaron el pulgar a la candidatura del gobierno cartista. El castigo no es para Rubén Ramírez sino para Santítere y el “Patrão” porque usaron la política exterior para salir en defensa de una tabacalera.
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Encima, le patotearon al embajador de EE.UU. en Paraguay. Imagínense qué otras cosas iban a hacer si ganaban la secretaría general de la OEA.