Tras denuncia de indígenas Ishir, reparan caminos y evitan aislamiento en Bahía Negra

Son familias de las comunidades Puerto Esperanza y 14 de Mayo de este distrito chaqueño, cuyo camino reparado a medias por la Municipalidad, quedó inundado tras las primeras lluvias. Maquinarias de la Gobernación procedieron a reparar los tramos, pero se necesita un sistema de desagüe. Por de pronto, se aguarda la construcción de un puente en el camino que conduce a Fuerte Olimpo, otro tramo abandonando.

Camino rehabilitado en las comunidades indígenas de la zona de Bahía Negra por maquinarias de la Gobernación, pero faltan los sistemas de desagüe.calmiron
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El camino que une a estas poblaciones con el casco urbano de Bahía Negra, de unos 30 kilómetros, fue reparado por una empresa contratada por la Municipalidad a un costo de G. 500 millones, según lo mencionado por el intendente Joao Ferreira (ANR – FR). La empresa contratista ya percibió unos G. 350 millones.

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Con las primeras lluvias registradas, varios tramos recién reparados quedaron inundados, convertidos en verdaderos riachos. Los pobladores y algunos concejales municipales alegaron que la empresa contratista había abandonado los trabajos debido a la falta de pago.

Personales de la gobernacion procedieron a desagotar los tramos del camino inundado para luego cargar de tierra y posibilitar su rehabilitacion en Bahìa Negra.

El jefe comunal desmintió tal afirmación, señalando que los trabajos culminaron y, si bien es cierto que se adeuda a la empresa, falta la colocación de sistemas de desagüe en varios tramos del camino para permitir la circulación de las aguas de lluvia. Finalmente, culpó a una empresa contratista de la Administración Nacional de Electricidad de ser la responsable de destruir el camino en día de lluvia.

Reparación

Unas 250 familias Ishir de las comunidades Puerto Esperanza y 14 de Mayo fueron afectadas por esta situación, ya que varios tramos del camino se convirtieron en verdaderos riachos, lo que hacía difícil poder transitar por el lugar, incluso para los vehículos todo terreno.

Para evitar el aislamiento de estos pobladores, atendiendo a que se anuncian más lluvias para la zona, maquinarias de la Gobernación procedieron a desagotar los tramos inundados, para luego proceder a cargar tierra y así posibilitar el tránsito normal por dicho camino.

Maquinarias de la Gobernación reparando el camino que conduce a las comunidades indígenas.

Sin embargo, a pesar del buen trabajo realizado por el personal, las aguas de lluvia podrían de nuevo inundar otros tramos, atendiendo a que no se colocaron los sistemas de desagüe que permitan la circulación de las aguas.

Tramo olvidado

El camino Olimpo – Toro Pampa, de 62 kilómetros, se encuentra en pésimo estado. A lo largo de todo el trayecto hay numerosos pequeños pozos y huellas que, con cada lluvia, empeoran la situación y comprometen la circulación de los vehículos.

Inicialmente, las maquinarias de la Gobernación se encargaron de reparar el 50% del trazado desde Fuerte Olimpo hasta la zona denominada Parapití. Esto ocurrió en agosto, ante el reclamo de los pobladores. Desde entonces, se olvidaron de este importante camino.

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A esto se suma la promesa pendiente del gobernador Arturo Méndez (ANR – HC) de construir un puente en la zona denominada Sorpresa, distante a unos 20 kilómetros del casco urbano de esta capital departamental.

“En el sitio, el jefe departamental mencionó hace bastante tiempo que se construirá un puente metálico y que, incluso, ya se realizó la firma de contrato con la empresa ganadora de la licitación, representada por Pedro Martín Benítez a un costo superior a los G. 500 millones”, indicó.

“Dado que la construcción se demora, se procedió a desmontar el viejo puente de madera que existía en el lugar, debido al peligro que representaba para los vehículos. Se construyó un camino alternativo al costado; sin embargo, si se producen grandes precipitaciones, esto podría quedar inundado, ya que es una corredera de agua, lo que podría dejar aislado a toda una gran población.

Camino alternativo l, al costado del viejo puente de madera, en cuyo reemplazo se debe instalar una pasarela metálica.

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