Vehículos de gran porte acarrean agua desde Villa Choferes del Chaco hasta comunidades como las de Laguna Negra, Campo Loa, Casanillo, Campo Largo y demás en los distritos tanto de Mariscal Estigarribia como Filadelfia, ante la falta de lluvia y sequía.
Lea más: Concejaes de Mariscal Estigarribia se dicen excluidos de gestión de Gobernador de Boquerón
“Son camiones de 20.000 y 10.000 litros, los que están trabajando, llegando incluso hasta la zona de Montanía en donde nos abastecemos de un pozo para poder repartir”, dijo Rubén Cuevas, funcionario de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).
Según fuentes, ya fueron enviados al Chaco en operativos mensuales aproximadamente 8 millones de litros de agua; la suma del agua repartida en comunidades aún no trascendió.
Habitualmente, el vital líquido es llevado hasta los aljibes comunitarios en donde los pobladores pueden acceder con relativa facilidad y recargar sus baldes y bidones.
Recientemente, también en espera de las lluvias, se realizó una campaña local en la que instan a los pobladores de todas las zonas, tanto rurales como urbanas, a limpiar los aljibes.
Debido a que si contienen restos de hojas u otros desechos, el agua recolectada en ellos no es apta para beber, por lo que mucho del éxito de la recolección del agua depende de lo limpio que se encuentren los techos y los aljibes.
Suman las consecuencias de la sequía
La falta de agua actualmente reduce la disponibilidad de hábitats para la flora y fauna nativas. Especies vegetales y animales luchan por sobrevivir, y algunas especies pueden desplazarse o desaparecer, alterando la biodiversidad de la región.
La carencia reduce los rendimientos de cultivos importantes, como el maíz y el algodón, lo cual afecta la economía de los productores locales y el acceso a alimentos.
Las comunidades indígenas y rurales que dependen de la caza, pesca, agricultura y la recolección de agua de ríos y arroyos se ven gravemente afectadas por la sequía. Además, la falta de acceso a agua potable y alimentos de calidad incrementa el riesgo de enfermedades en las comunidades locales, afectando especialmente a niños y personas mayores.