La costosa obra del acueducto Agua para el Chaco se encuentra inoperativo desde el 23 de diciembre de 2022. Las instalaciones de Loma Plata y Filadelfia están obsoletas, al igual que todos los reservorios del proyecto, mientras aumenta la preocupación por la sequía. La misma suerte corre la extensión a Mariscal Estigarribia que costó en su momento USD 10.800.000 (más de G. 82.998 millones) y recorre 80 kilómetros partiendo de Loma Plata e iba a beneficiar a más de 7.000 personas, en especial a las comunidades Laguna Negra y Santa Teresita.

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El acueducto tiene como punto de partida la toma de agua en Puerto Casado (Alto Paraguay) y ese tramo se extiende 203 kilómetros hasta Loma Plata para dese allí bombear agua a los demás reservorios como Filadelfia que tiene la capacidad de 2 millones de litros de almacenamiento. Desde allí a la par fue diseñada una conexión para bombear agua a la ciudad de Mariscal Estigarribia. Sumando todas sus conexiones el acueducto hace un recorrido de 500 kilómetros por todo el departamento de Boquerón

En Mariscal Estigarribia el tanque reservorio ubicado en el predio del Tercer Cuerpo de Ejército tiene la capacidad de 1 millón de litros, pero tras la pomposa inauguración realizada en junio del 2022 apenas fue utilizado en unos pocos bombeos y luego cayó en desuso. El despilfarro en el proyecto del acueducto choca con la inminente necesidad de agua de toda la comunidad mariscaleña que no posee sistema de acopio de agua casa por casa (solo algunos) y dependen de la provisión de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap).

Prevén utilizar el tanque

Al respecto, la encargada de la Essap en Mariscal Estigarribia, Silvia Echagüe, mencionó que, efectivamente, el tanque de gran capacidad está sin ser utilizado, pero que dada la creciente demanda de agua en la zona urbana están proyectando perforar más pozos someros para poder dar abasto. “Estamos con la idea de usar el tanque, pero necesitamos perforar dos pozos más y estamos en trámite para eso”, explicó.

Los usuarios de la Essap en la zona suman actualmente 1.070 casas, pero hay más de 300 familias en la lista de espera. Las conexiones nuevas se retrasan porque no hay otras fuentes de agua para ampliar la red. Esta situación, dado el crecimiento demográfico de la ciudad, que tiene muchos barrios nuevos, se plantea como problema de saneamiento inminente.

Por lo demás, la perforación de los pozos a largo plazo puede resultar incierta, ya que el agua rápidamente baja en volumen y a la larga se saliniza. Es un fenómeno común con los pozos someros que, al tener esas características, dependen también de la recarga por la infiltración de lluvias.

Otro punto que preocupa a los lugareños es que muchas personas apelan a fuentes de agua no segura y que con los cortes de energía eléctrica en la zona el agua también se corta, dejando a los pobladores por horas sin el vital líquido.

Municipio continúa el acarreo

Mientras tanto, fuera de la zona urbana el acarreo de agua a las áreas alejadas no cesa. Así lo confirmó el intendente Víctor Díaz (PQ), quien mencionó que el año pasado distribuyeron 1.300.000 litros de agua y que ahora, a cuatro meses de culminar el año, ya están superando ese volumen.

“La semana pasada estuvimos en Campo Loa, acarreamos 650.000 litros”, dijo. Agregó que los trabajos de acarreo continúan en la zona de Laguna Negra. En esos recurren a la recarga de aljibes comunitarios para abastecerse durante la sequía y están a espera de las lluvias.

Sobre el acueducto

La primera fase de la costosa obra de USD 130 millones comprende la colocación de cañería desde la planta de captación y tratamiento de agua, ubicada en Puerto Casado (Alto Paraguay), hasta el km 101. Fue encargado al Consorcio PS, representado por Óscar Soler.

Los trabajos del segundo trayecto, que se extiende del km 101 al reservorio de Loma Plata, estuvieron a cargo del Consorcio ABH Taivo Constructora, representado por Nelson Chávez.

Terminada esta primera parte, las obras pararon siete años por falta de fuente de financiamiento. Cuando los trabajos fueron retomados en el 2019 se realizó un llamado de licitación para la adjudicación de las obras complementarias, divididas en Fase 2 y Fase 3.

La Fase 2 corresponde a dos reservorios de 2.500.000 de litros de capacidad ubicados en Loma Plata, desde donde bombea el agua hasta Filadelfia, distrito en el cual están otros dos tanques o reservorios de 2.000.000 de litros de capacidad total y que sirven para distribuir a zonas como Neuland, Lolita, Villa Choferes y otros.

La fase 3 del acueducto consiste en la conexión del agua casa por casa a varias comunidades, los responsables de las fases 2 y 3 son el Consorcio Chaco (Tocsa y Rovella) quienes en su momento afirmaron que las obras fueron terminadas y entregadas al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y que no funcionan debido a las fallas de la Fase 1.

La fracasada obra

La construcción del acueducto inició en el año 2012, durante el gobierno de Federico Franco, siendo ministro de Obras Públicas Enrique Salyn Buzarquis. Siguió durante las administraciones de los expresidentes Horacio Cartes y Mario Abdo Benítez, como ministros Ramón Jiménez Gaona y Arnoldo Wies, respectivamente.

Desde el principio hubo denuncias de utilización de material de mala calidad e incluso se debieron desentarrar caños porque se rompían durante las pruebas de bombeo.

En febrero del 2023 el entonces presidente de la República Mario Abdo Benítez dijo que los primeros 100 km del acueducto deben ser reconstruidos para que pueda funcionar. Hasta ahora el actual gobierno encabezado por Santiago Peña no se pronunció al respecto y las autoridades departamentales y municipales del Chaco Central urgen una solución antes de que la sequía se agudice.

Hasta el momento la construcción del acueducto Agua para el Chaco alcanzó US$ 130 millones (más de 991.500 millones). La costosa obra del acueducto Agua para el Chaco se encuentra inoperativa desde el 23 de diciembre de 2022.