Hace 14 días que toda la comunidad no contaba con la energía eléctrica, debido a que el ganadero Axel Bendlin, dueño de la estancia Las Margaritas, propiedad por donde pasa el tendido eléctrico, procediera a desconectar la red que llega hasta la población de los tomarahos.
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La acción de este productor se debería a una especie de represalia contra los nativos a quienes culpa de haber provocado los incendios forestales, que provocaron cuantiosas pérdidas económicas a varios ganaderos de establecimientos de la zona, incluido a la mencionada estancia.
Bendlin había mencionado que cedió parte de su propiedad para que sea utilizada como camino provisorio, para que puedan transitar por el lugar los camiones de la empresa contratista, que está construyendo viviendas dentro de la población de los indígenas. Esto para facilitar la llegada de los materiales de construcción.
Sin embargo, a los pocos días pudo notar la presencia de una gran cantidad de indígenas a bordo de motocicletas dentro de la estancia procediendo a realizar cacería de animales silvestres, por lo que procedió a candadear el portón de acceso, y supuestamente por esta acción los nativos habrían provocado el incendio, con las consecuencias ya mencionadas.
El ganadero argumentaba además como otra de las razones del por qué tomó esta drástica decisión de cortar el suministro a que la línea del tendido eléctrico era una obra privada, y no de dominio público. Además siempre suele encargarse de realizar los trabajos de mantenimiento, sin recibir ningún tipo de ayuda tanto de los indígenas o de la propia ANDE.
Intervención de autoridades
La línea de transmisión que llega a la población de los tomarahos tiene una extensión aproximada de 60 kilómetros, de los cuales más de 50 kilómetros fueron realizados y costeados por los dueños de estancias, entre ellos Bendlin, propiedad por donde pasa la mayor parte de la línea.
Tras estallar este conflicto, tuvieron que intervenir autoridades locales y departamentales, e inclusive el propio presidente de la ANDE, Félix Sosa, quien se comprometió a cambiar 200 postes de palmas o karanday, que sostienen los cables de esta línea, por postes de hormigón.
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El concejal departamental Sergio Cuéllar, uno de los negociadores, mencionó que efectivamente se pudo llegar a un acuerdo con el ganadero, con la promesa realizada por el titular de la ANDE, con la cual Bendlin autorizó a su personal para que puedan alzar la llave y así permitir que desde la noche del viernes las familias de los tomarahos puedan de nuevo contar con el servicio de la energía eléctrica.
La comunidad de María Elena se ubica a unos 60 kilómetros del casco urbano de Fuerte Olimpo. En el lugar viven las últimas 87 familias de los tomarahos que existen en nuestro país; no cuentan con caminos, por lo que la única forma segura para llegar al lugar es en embarcaciones por medio del río.