Pobladores de la localidad de Pozo Hondo del distrito de Mariscal Estigarribia, departamento de Boquerón, denunciaron que reciben un pésimo servicio de energía eléctrica proveído por la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) con cortes de luz que demoran horas e incluso días enteros. Se estima que en toda la ribera, los afectados directos e indirectos son más de 4.000 personas.
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Otro inconveniente es la falta de un buen plan de agua y saneamiento que provea del vital líquido en la localidad con constante crecimiento poblacional.
“El año pasado, cuando estábamos por culminar las clases, no tuvimos por siete días energía y los chicos no podían asistir por falta de agua”, dijo Eugenia Florentín, pobladora de Pozo Hondo quien grabó un video en el que muestra el lugar. Menciona que es muy difícil sobrevivir con esas limitaciones.
Los cortes de energía no cesaron; es frecuente que por las noches pasen en vela. “La gente pierde sus electrodomésticos, se queman”, dijo Florentín. Añadió que están olvidados por el Estado.
Los pobladores también mencionaron que planean realizar una manifestación frente a la Municipalidad de Mariscal Estigarribia en conjunto con habitantes de La Patria, donde la gente soporta situaciones similares.
Frecuentemente las autoridades gubernamentales anuncian un gran desarrollo de la zona, pero la verdad es que para muchos aún están lejos de que se les garantice servicios mínimos, como agua y energía eléctrica. La presencia de las autoridades es mínima, ya sea por la falta de interés o de presupuesto, indicaron.
Los cortes duran días
Entre noviembre y diciembre del año pasado, que fueron de los meses más calurosos de todo el país, con temperaturas de casi 50 grados, a la aguda crisis hídrica que experimentaba toda la zona ribereña del río Pilcomayo se sumaron los inexplicables cortes de energía eléctrica.
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La falta de corriente eléctrica impidió también el funcionamiento de las bombas de agua y en la señal de teléfonos celulares, aislando a la población sin ninguna respuesta del ente estatal. La situación fue tan acuciante que los pobladores aguantaron siete días hasta que el servicio fue restablecido sin siquiera una explicación de la ANDE.