El presunto feminicidio se produjo en la mañana del 5 de agosto cuando encontraron el cuerpo sin vida de Zunilda Benítez Cáceres (43) en un charco de sangre, con la garganta cortada y a tan solo 500 metros de su vivienda. La violencia del hecho no es común en la zona, una localidad cercana al río Pilcomayo y con habitantes que se conocen entre sí.
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La brutalidad del hecho hizo sospechar inmediatamente de la pareja de la víctima, Florentín Orellana (56), de nacionalidad argentina, quien estaba prófugo y, tras varios días de intensa búsqueda, fue localizado en Las Lomitas, un pueblo ribereño del lado argentino. El hombre ingresó por un paso no habilitado y tenía intenciones de esconderse con su hermano.
El procedimiento policial fue realizado por personal provincial de la subcomisaría Lamadrid y el ahora detenido está a disposición de un juzgado, que determinará el próximo paso en la investigación.