La lluvia registrada en todo el departamento, por momentos de gran intensidad, hizo que empeore la precaria situación de los caminos de tierra de los distritos de Fuerte Olimpo, Puerto Casado y Bahía Negra. Había zonas donde las precipitaciones superaron los 100 mm, aun así se pudo observar la presencia de creyentes en las diferentes celebraciones religiosas de la Semana Santa.
Tal como pronosticaba la Dirección de Meteorología, las lluvias se sucedieron desde la tarde del martes hasta la noche del jueves, situación que conspiró en algo para que las personas lleguen a las iglesias, donde se celebraban la misa vespertina de la Cena del Señor.
Lea más: Semana Santa: se encarece venta de palmas en Fuerte Olimpo
En la Catedral de Fuerte Olimpo, durante la homilía de la misa del Jueves Santo, monseñor Gabriel Escobar, obispo del Chaco, pidió a los políticos no robar el dinero del pueblo, y a aquellos quienes se están candidatando para las elecciones del próximo 30 de abril, que asuman el compromiso servir al pueblo y no servirse de los bienes públicos, como últimamente está sucediendo en el Alto Paraguay.
Una vez más el obispo reitero a los fieles la enorme responsabilidad que deben asumir a la hora de cumplir con el deber cívico, en el sentido de votar con absoluta libertad y no vender la consciencia ya que eso significará hipotecar el futuro de los hijos y del propio país.
Vía crucis
Las condiciones climáticas mejoraron desde la mañana del día Viernes Santo, las que posibilitaron que más personas participen del vía crucis, hecho bíblico que fue dramatizado en casi todas las parroquias por jóvenes de las comunidades.
En la capital departamental, el vía crucis se inició en la cima de uno de los cerros menores, donde se localiza la Catedral. Luego se peregrinó hasta el campo santo que se encuentra a unos 1.500 metros. Los jóvenes dramatizaron los diferentes pasajes de la pasión y muerte de Jesús, acompañado por una gran cantidad de fieles.
Esta misma escenificación se pudo ver en las comunidades de Bahía Negra, Puerto Casado, Puerto Pinasco, Toro Pampa, entre otras, e inclusive en las poblaciones de las parcialidades indígenas de las diferentes etnias, hasta donde llegaron los sacerdotes, religiosas y misioneros, a pesar de las pésimas condiciones de los caminos.
Al parar las lluvias también permitió la realización la Pascua Joven y de Niños, aunque este año fue bastante difícil la llegada de jóvenes animadores desde otras regiones del país, precisamente por las precarias condiciones de las vías de acceso a las diferentes comunidades del departamento.
Caminos
Atendiendo la importancia de la Semana Santa y el deseo de muchas personas de poder viajar para reencontrarse con sus familiares, la Asociación de Caminos no implementó la barrera que se utilizan en días de lluvias, por lo que a pesar de inclemencia del tiempo, los caminos fueron habilitados para vehículos livianos, siendo de absoluta responsabilidad del conductor el animarse a transitar en estas condiciones.
El precario estado del camino a la comunidad de los Ishir, denominada Abundancia, aunque irónicamente a pesar del nombre, lo único que abundó en el lugar son las precariedades.
Lea también: Precaria rehabilitación de los caminos de Fuerte Olimpo
Esta población pertenece al distrito de Fuerte Olimpo y se ubica a solo 5 km. del casco urbano; sin embargo, es toda una odisea llegar al lugar. Esto jamás importó a la religiosa misionera salesiana Sor Blanca Ruiz Díaz, pues al no poder sortear el mal estado del camino con su motocicleta, decidió dejarla a un costado de la vía, y con su típica y tradicional guitarra llevó la palabra de Dios. Atravesó a pie el intenso barro de los lugares críticos y llegó a su destino, y así parar con sus semejantes las conmemoraciones de la Semana Santa.
El colectivo de la empresa San Juan, que llegó el martes a Fuerte Olimpo, quedó prácticamente atrapado en la población a la espera de que mejoren las condiciones climáticas y los caminos, para intentar volver hacia Asunción, y conste que era recién el segundo viaje del transporte público en lograr reiniciar los viajes a la zona, después de casi 30 días de paralización, a causa de la caótica situación de los caminos.