Los conductores de camiones que transportan materiales y piedras son los que lanzaron la voz de alerta sobre esta situación, mencionando que en la zona conocida como 14`i es como un mar por varios kilómetros, siendo el trazado de la Ruta Bioceánica el único espacio seco.
Mencionan que los desaguaderos y puentes construidos en dicho tramo soportan una tremenda presión de las aguas, lo que podían ceder ante la fuerza de la naturaleza.
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“Verificar cada puente que vamos a cruzar para saber en qué condiciones se encuentra, ya que la fuerza del agua asusta. Son unos 5 pasarelas aproximadamente”, señala la advertencia de los conductores en los diferentes grupos de WhatsApp, con que se cuenta en esta región chaqueña.
La advertencia de estas personas es preocupante, sobre todo atendiendo que las imágenes de dicho lugar muestran precisamente la gran cantidad de agua existente a ambos costados de la ruta, y sobre todo a sabiendas de que en otras regiones del país se sucedieron hechos donde cedieron puentes y parte del camino.
La zona de 14`i, antes de la construcción de la ruta asfaltada, era precisamente conocida por estas características de ser lugar bajo pantanal, donde se acumula gran cantidad de agua con cada lluvia. Es por eso que en dicho tramo fueron colocados varios puentes y sistemas de alcantarillas a fin de permitir la circulación de las aguas.
Esta es la primera inundación que se tiene en el Chaco desde que se terminó de construir la Ruta Bioceánica, y es la primera prueba sobre la calidad de resistencia de la ruta ante la fuerza de la naturaleza.
La construcción de esta ruta se inició en el 2019 y los 277 km de asfaltado culminaron en el 2022. Une a las comunidades de Carmelo Peralta del Alto Paraguay y Loma Plata del departamento de Boquerón.
La obra fue construida por el Consorcio Corredor Vial Bioceánico, integrado por las empresas Queiroz Galvao S.A. Ocho A SRL a un costo inicial de US$ 445 millones, y empleó a más de 1000 obreros.
Puerto Sastre
Los pobladores de esta comunidad perteneciente al distrito de Carmelo Peralta están luchando para evitar que las aguas del río ingresen dentro de la población, que de suceder sería algo catastrófico.
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En la comunidad viven unas 250 familias. Está rodeada por un muro de tierra que la protege de eventuales inundaciones, sin embargo una parte de esta estructura había cedido, por lo que toda la ciudadanía trabajó en la colocación de bolsas de arena a fin de evitar que ingresen las aguas.
A esto se le suma la precariedad del sistema de bombeo que existe en la localidad, como está rodeada de un muro de tierra, las aguas de lluvias deben ser bombeadas hacia el río. Poseen una sola motobomba y mangueras de escasa capacidad de desagote, y ante la lentitud de desagüe se produce la inundación de varias viviendas, tras las últimas precipitaciones que se dieron en la zona.
Necesitan con urgencia más motores motobombas, y que sean potentes, a fin de apurar la salida de las aguas que se acumulan en los días de lluvias. La comunidad fue una de las más afectadas por las últimas precipitaciones que se registraron en el lugar.
Varias de estas personas son pequeños productores, cuyas propiedades, donde tienen animales menores como cabras, ovejas y unos pocos animales vacunos, están inundadas, lo que ya ocasionó cuantiosas pérdidas a los mismos, con la mortandad de sus animales.
Actualmente, debido a la inundación de varios kilómetros del camino que conducen a esta localidad, es imposible llegar por tierra a la población.