El costo de la Fase 3 del Acueducto para el Chaco asciende a más de G 47.109 millones y los trabajos están a cargo del Consorcio Chaco conformado por Tocsa y Rovella. La firma todavía no garantiza que las comunidades y aldeas reciban la necesaria agua. “En total son 87 aldeas agrupadas en 31 redes de distribución alimentadas por 31 tanques elevados, de los cuales hemos puesto en operación 11 tanques que benefician a 80 aldeas (comunidades)”, mencionaron en su momento desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
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Lo concreto es que según el reporte de varios líderes de comunidades nativas los tanques elevados y reservorios de agua están vacíos, hace meses que las pocas zonas que recibían el agua en la Fase 3 de la obra están sin recibir ni una sola gota del vital líquido.
Las obras del Acueducto para el Chaco se iniciaron en noviembre del 2012, durante el gobierno de Federico Franco, luego de quince años de postergación. El plazo de terminación era de un año, pero ya se cumplieron dos lustros y todavía no fue terminado.
Cuando comenzaron los trabajos el MOPC anunció un costo de US$ 50 millones (unos G. 350.000 millones al cambio actual del dólar al guaraní), pero el monto trepó a unos US$ 130 millones (G. 910.000 millones) hasta el 2020, según datos oficiales. La obra es financiada con fondos de Obras Públicas y préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La fase 1 de la obra consiste en la construcción de la toma de agua y planta de tratamiento ubicada en Puerto Casado (Alto Paraguay) y la red de distribución de 203 km hasta Loma Plata (Boquerón). En este punto se inicia la Fase 2 y corresponde al bombeo de agua hasta Loma Plata desde donde se distribuye el agua a las localidades de Filadelfia, Neuland, Villa Choferes y Mariscal Estigarribia.
La Fase 3 tiene corresponde a las conexiones de redes de distribución casa por casa y los bombeos a los tanques elevados ubicados en las aldeas y comunidades nativas. En total son más de 500 km de cañería.
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Actualmente, luego de más de dos años de la “inauguración” de la segunda fase del acueducto, los principales beneficiarios siguen soportando los rigores de la sequía, principalmente la falta de agua. Si bien el vital líquido es acarreada ocasionalmente hasta los aljibes comunitarios, las conexiones casa por casa, que deberían de ser el “broche de oro” del proyecto, sigue inconclusa.
Antecedentes de la fase 3
El plazo de entrega de la Fase 3 originalmente era el 31 de marzo del 2022, etapa en la que todos los tanques debían ser puestos a punto. Sin embargo, según el MOPC, la contratista hizo uso de un “periodo de responsabilidad por defecto”, que feneció el 31 de diciembre del año pasado, fecha en la que el consorcio debía hacer la entrega de la obra ya concluida a la cartera de Estado. Pero, sigue sin terminar.
La falta de operatividad de la fase 3 son atribuidas a los interminables problemas para bombeo desde Puerto Casado que se deben a la baja tensión del sistema de distribución de energía eléctrica y también a las permanentes roturas de la cañería de la Fase 1. Además, siendo el Chaco un territorio llano, la fuerza del bombeo se ve afectada hasta llegar a las plantas aductoras que están en Loma Plata, Filadelfia y Neuland.
Sin embargo, considerando que las obras se basan en un proyecto elaborado de acuerdo a las características del Chaco, para los habitantes son excusas del consorcio para tratar de tapar ineficiencias.
Intentamos contactar con Pablo Adorno, encargado del acueducto del MOPC para conocer más detalles del retraso de las obras de la Fase 3, pero hasta el cierre de nuestra edición no respondió nuestras llamadas ni mensajes. Estamos abiertos en caso de que desee referirse al tema.