Juan González, líder de esta localidad donde viven unas 25 familias, dijo que lastimosamente ellos no cuentan para las autoridades precisamente por la escasa población. “Significan pocos votos para los políticos, es por eso que nos dejan abandonados”, refirió.
A pesar de que no es suficiente el agua que se pueda acumular en el pozo durante el día, de todas formas sirve para el consumo.
Sostuvo que suelen recibir asistencia de agua por parte de la Gobernación de Alto Paraguay durante la intensa sequía; sin embargo, el agua es prácticamente inservible para el consumo, ya que no es potable, lo que puede ocasionar enfermedades. “El agua que acarrean es solo para nuestro aseo personal y para el lavado de ropas”, enfatizó el líder.
Agregó que debido a la falta de agua se presentaron en la comunidad miembros de una ONG con la promesa de construir pozos para la obtención del vital líquido; sin embargo, no fue posible, a pesar de los intentos realizados por este grupo.
Buscan dotar de sistemas de agua potable a comunidades indígenas del Alto Paraguay
Conocimiento ancestral
“Utilizando nuestros conocimientos ancestrales, y además sabiendo que en nuestra actual población en años anteriores existían poblaciones de hacheros, los antiguos obrajes, personas que se dedicaban a la extracción de los quebrachos, para la empresa taninera de Carlos Casado y estos tenían pozos de agua, por lo tanto, solo era cuestión de saber ubicar estas viejas nacientes de agua”, dijo el líder indígena.
Una vez localizado el sitio, se dedicaron a trabajar con toda la comunidad e inclusive se suspendieron las clases en la escuela para que los maestros ayuden en la tarea. Munidos con palas, azadas y picos cavaron la árida tierra y, al cabo de una semana, el sacrificio dio sus frutos, ya que comenzaba a brotar el vital líquido a unos 12 metros de profundidad.
Los trabajadores colocaron cortes de palmas o karanda’y alrededor del pozo para evitar su desmoronamiento, lo que es conocido como encastre, y hoy desde esa naciente alzan el agua con la ayuda de una motobomba a un tanque.
El lugar donde se encuentra el pozo se ubica a unos 300 metros de la comunidad, por lo que desde dicho reservorio, las personas hacen llegar el agua hasta sus hogares en bidones de 10 a 20 litros.
“La cantidad de agua que brota en la naciente no es muy fluida, por lo que se debe esperar algunas horas para poder bombear hasta el tanque; aun así nos ayuda, ya que se trata de agua potable”, dijo el cacique.
Esta comunidad se ubica a unos 40 kilómetros del casco urbano de Puerto Casado y, como las demás poblaciones indígenas de los Maskoy asentadas en este distrito, no es beneficiada con la red del acueducto que lleva el vital líquido desde esta parte del Chaco hasta las colonias menonitas, con una extensión de mas de 260 kilómetros.