Los niños, uno de 18 meses y otro de cinco años, viajaban en compañía de sus padres en una camioneta que se dirigía a Fuerte Olimpo con la intención de participar del velatorio de un familiar, pero a unos 30 kilómetros antes de llegar a esta localidad sufrieron un accidente.
El conductor, identificado como Antonio Rolón, perdió el control del rodado y los siete ocupantes se accidentaron, pero se llevaron la peor parte los niños.
Los accidentados fueron socorridos por una ambulancia del Hospital Regional de Fuerte Olimpo, que trasladó a cinco personas que necesitaban asistencia médica; los otros 2 pasajeros solo sufrieron rasguños.
Ya en el nosocomio se pudo verificar que los niños eran los que más golpes sufrieron y necesitaban de urgencia ser evacuados hacia otro centro asistencial de mayor complejidad, debido a la precariedad sanitaria de Alto Paraguay.
Los otros tres accidentados fueron asistidos y sus casos no requerían internación, por lo que fueron dados de alta, en tanto que los médicos activaron el sistema de emergencia para realizar la evacuación de los niños hasta el Hospital de Trauma. Se contactó con el servicio del avión militar, pero no se pudo porque supuestamente había riesgo de tormenta.
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La Dra. Erma Abreu, directora del hospital, dijo que lastimosamente no se pudo contar con el avión militar, pues recibieron un informe de parte de los militares de que existía aviso de tormentas eléctricas, lo que ponía en riesgo el viaje a la zona y que solo podían llegar esta mañana.
Familiares de víctimas de accidente pagaron avión particular
Los familiares, al enterarse de que no era cierto el riego de las tormentas como alegaron los militares, decidieron realizar una colaboración entre todos y contratar el servicio de un avión particular, cuyo costo fue de G. 19.600.000.
La aeronave partió alrededor de las 22:00 de ayer desde la capital del país y aterrizó a las 23:45 en el aeropuerto de Fuerte Olimpo, pero justo cuando realizaba el aterrizaje sufrió el reventón de su rueda.
A partir de entonces se tuvo que despertar a un gomero para que llegue hasta el aeropuerto y proceda a reparar la rueda. Como se trababa de urgencia, las personas que estaban en el lugar tuvieron que improvisar y sostener la nave como una especie de contrapeso desde atrás para poder liberar la rueda.
También es digno de destacar que el gomero Beco Samaniego, además de acudir sin inconvenientes a pesar de las altas horas, decidió no cobrar por su trabajo. Tras esto, los niños acompañados de sus padres y un médico pudieron partir pasada la 01:30 de hoy rumbo a Asunción.
Finalmente, los pequeños llegaron cerca de la 03:20 al aeropuerto de Luque para abordar la ambulancia que los aguardaba y llevarlo hasta el Hospital de Trauma, donde están internados.
El más pequeño está aún con diagnóstico reservado, atendiendo a que presenta contusión pulmonar por los golpes que recibió en el accidente, mientras que la niña aparentemente ya se encuentra fuera de peligro, según dijeron los médicos.