El proyecto “Agua para el Chaco” más conocido como acueducto no logra ser una solución funcional de todo tiempo ante los problemas de escasez de agua dulce para la población. Recientemente el mandatario Mario Abdo Benítez reconoció que los primeros 100 kilómetros de la obra deben ser reconstruidos para cumplir con las expectativas de abastecimiento.
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Desde la planta de bombeo de Loma Plata operada por la ESSAP informaron que debido a los inconvenientes que poseen deben ir llenando los reservorios por turnos.
“El volumen de agua que recibimos es limitado y la demanda es alta en Chaco Central, ahora enviamos agua hacia Lolita después de ganar alto nivel en el reservorio de Loma Plata a modo que pueda abastecer a todos los tanques elevados, eso sólo es posible cada 3 días, teniendo presente a no descuidar niveles suficientes en los reservorios de Neuland y Filadelfia “, dijo César Martínez encargado de planta de la ESSAP en el lugar.
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Agregó que la zona con mayor demanda es Loma Plata, en donde también el agua es comercializada, en Filadelfia y Neuland es más baja. En condiciones normales las aductoras recibirían el agua de forma constante, pero los problemas con las cañerías hace que las zonas más lejanas como por ejemplo Lolita reciba el agua de forma pausada, aunque la demanda en esa zona es menor.
Otro punto que se ve afectada con la llegada intermitente del agua son las comunidades nativas, lo que constituye la fase tres, en esta etapa las familias vulnerables deberían recibir el agua con conexiones casa por casa, proyecto que debe estar listo a más tardar a mitad de año.
En cuanto a la reconstrucción del acueducto, aún no trascendieron cifras oficiales sobre cuál sería el costo agregado para la puesta en marcha, cuánto demoraría reorganizar la obra o de que forma afectaría la mediana provisión actual.