La propiedad adquirida en la época del presidente Juan Carlos Wasmosy (ANR) hasta la fecha no fue transferida a los que fueron pensados como beneficiarios que son los pueblos originarios, el INDI que posee a su cargo el título y los trámites poco o nada hizo en los últimos años por desarrollar un proyecto de ocupación en el lugar, incluso habiendo voluntad de los pueblos originarios de mudarse al terreno y desarrollarlo.
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Sin embargo, llamativamente en todo ese tiempo una persona identificada como Osmar Alcides Pintos, quien decía ser líder de uno de los pueblos beneficiarios de las tierras-hecho que nunca fue corroborado- poseía hasta hace poco documentación expedida por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) para la extracción de madera del lugar, situación que el ente ambiental no pudo justificar hasta la fecha.
En su momento presentaron una denuncia en su contra igualmente nunca fue imputado ni investigado, pero luego de hacerse público el hecho se le revocó el permiso de entrar en el lugar de nuevo.
Tratando de asegurar el lugar ante posibles nuevas invasiones a finales de diciembre pasado pobladores de la comunidad Yvopeyrendá fueron hasta la reserva a señalizar el sitio como propiedad privada. Además de renovar los candados del portón de acceso, pero grande fue la sorpresa al encontrarse vestigios que el lugar fue una vez más invadido para extraer clandestinamente madera.
Consultado al respecto el presidente del INDI Edgar Olmedo dijo que hasta el momento la dirección jurídica del ente no posee ninguna denuncia formal del hecho y el fiscal encargado de la causa Andrés Arriola está de vacaciones y siendo interinado por otra unidad que tampoco está muy interiorizada del hecho.
“Yo hablé con el fiscal hace poco y sabemos que el proceso sigue abierto (...) yo estoy procurando defender esa tierra que es para todos los indígenas. Las invasiones ya tienen más de dos años y no hay ninguna aclaración, no sé que la fiscalía está esperando”, dijo Crescencio Cáceres líder de la comunidad.
Agregó además que como pueblo guaraní no tienen tierras, pero que existe voluntad de asentamiento porque ya son aproximadamente 1500 personas las que habitan la comunidad que cada vez está más poblada. “Es la única reserva que tenemos, el INDI debería velar por nuestros derechos pero no se interesan “, finalizó.