En medio de escándalos políticos, el Nuncio insiste que los gobernantes deben servir al pueblo

En medio de los recientes escándalos que salpican a autoridades nacionales, el Nuncio Apostólico en Paraguay, Monseñor Vincenzo Turturro, hizo un llamado a los gobernantes para que ejerzan su labor con honestidad y vocación de servicio. Sus declaraciones se dieron tras la toma de posesión canónica del nuevo Obispo de Villarrica, Monseñor Miguel Ángel Cabello.

Nuncio Apostólico, monseñor Vincenzo Turturro.Siro Benítez
audima

En el marco de la toma de posesión canónica del nuevo Obispo de Villarrica, Monseñor Miguel Ángel Cabello, el Nuncio Apostólico en Paraguay, Monseñor Vincenzo Turturro, participó de la celebración eucarística, donde envió un mensaje contundente a los gobernantes del país, recordándoles que su labor debe estar enfocada en servir al pueblo y no en el beneficio personal.

El representante del Vaticano se refirió al polémico caso de tráfico de influencias que involucra a autoridades públicas tras la filtración de los chats del teléfono del asesinado Eulalio “Lalo” Gomes. Ante este contexto, enfatizó que el ejercicio del poder no debe ser utilizado para intereses personales, sino para el bienestar de la ciudadanía.

Eulalio "Lalo" Gomes, exdiputado asesinado, cuya investigación destapó un esquema de tráfico de influencias.

La Iglesia da un mensaje de comunión y de servicio, nosotros siempre abogamos porque el servicio de los gobernantes del estado en todos los niveles sea siempre un servicio inspirado en el evangelio y en todo deben hacer el bien común.”, expresó el Nuncio.

Asimismo, insistió en la importancia de que los líderes políticos asuman con responsabilidad su mandato, guiando sus decisiones con honestidad y transparencia. “Es algo en lo que uno se mete no para sacar provecho personalmente, sino para ponerse a servicio del pueblo paraguayo, que vota a sus representantes para que trabajen por algo bueno para todos”, agregó.

Monseñor Turturro aclaró que la Iglesia Católica no interviene directamente en asuntos políticos, pero sí promueve valores que deberían guiar la gestión pública. “La Iglesia Católica anima para que todos trabajen siempre con honestidad, con los criterios de justicia y honestidad. Por el momento, la Iglesia no se involucra directamente en las cuestiones políticas, pero sí anima para que también la política sea inspirada siempre por los valores del evangelio”, concluyó.

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