Crece la tensión en la localidad de Paso Yobái, en el departamento de Guairá, entre productores de yerba mate y trabajadores mineros, los dos pilares económicos de la región. Mientras los yerbateros denuncian graves daños ambientales derivados de las actividades mineras, los mineros defienden su labor y niegan las acusaciones.
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Los productores de yerba mate aseguran que los productos químicos utilizados en el proceso de lixiviación para la extracción de oro, como el cianuro, han contaminado el agua, el suelo y el aire.
Alegan que la contaminación ha provocado una disminución significativa en la calidad y el volumen de sus cosechas y que un gran porcentaje de la producción queda inutilizable porque los compradores rechazan la yerba proveniente de fincas cercanas a las piletas de lixiviación.
Además, los yerbateros denuncian que las excavaciones para las canteras mineras han causado la pérdida de vastas extensiones de tierras agrícolas y afectado a comunidades enteras.
Un caso que señalan es el desmoronamiento parcial de un camino en la Colonia Sudetia, que cortó una vía de tránsito directo hacia el centro de la ciudad.
El punto de mayor preocupación es la instalación de nuevas piletas de lixiviación a escasos metros de los yerbales. Los agricultores exigen la creación de áreas protegidas donde se prohíban las actividades mineras para garantizar la seguridad de sus cultivos y su medio ambiente.
También han señalado problemas de salud entre los habitantes de la zona, atribuidos al polvo constante levantado por el tráfico de camiones cargados de tierra.
Arturo Loris, uno de los productores de yerba, quien contó que perdió toneladas de producción tras instalarse varias piletas de lixiviación alrededor de su finca en la compañía Coronel Cubas.
“Perdí todo por causa de las piletas, entre lo que cultivó mi familia completa perdimos al menos 80 mil kilos de hojas el año pasado y si seguimos así no vamos a poder vender ni un kilo. Si yo no vendo mi yerba no tengo nada, no tengo ni un guaraní de otro ingreso, estoy enfermo y si no vendo tampoco voy a tener ni para mis medicamentos”, relató.
Mineros defienden su rubro
El sector minero de Paso Yobái defiende la importancia de su actividad para el desarrollo económico de la región argumentando que la minería es uno de los motores principales de progreso local.
Representantes de asociaciones de mineros y empresas aseguran que se adoptan medidas para mitigar los daños ambientales, respaldadas por estudios que, según ellos, no demuestran niveles significativos de contaminación.
Además, plantean que las áreas de protección ambiental ya existentes son suficientes y que las solicitudes de los yerbateros buscan limitar de manera excesiva la expansión de la minería, afectando el crecimiento del sector.
Consideran que la minería y la agricultura pueden coexistir con la implementación de controles adecuados y apelan a la necesidad de permitir la continuidad de las actividades mineras en zonas previamente autorizadas.
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Por último, expresan que las protestas y demandas de los yerbateros podrían estar motivadas por intereses económicos particulares, más que por preocupaciones ambientales genuinas.
Enfrentamiento casi acaba en “masacre”
En el marco del conflicto, las tensiones entre los sectores yerbatero y minero han alcanzado niveles alarmantes, derivando en enfrentamientos directos.
Los incidentes no solo se limitan a agresiones verbales o protestas. Se han registrado choques físicos entre los integrantes de ambos bandos, en los cuales se han utilizado palos y piedras como armas improvisadas.
La situación ha escalado debido al reporte de un incidente en el que han intervenido armas de fuego.
Un video de este enfrentamiento ha señalado que los momentos de mayor tensión suelen surgir en las áreas donde los yerbateros han establecido campamentos para evitar la instalación de nuevas piletas de lixiviación.