En el marco del Jubileo de la Esperanza convocado por el Papa Francisco, en la ciudad de Encarnación, se realizó una peregrinación hasta la Catedral Nuestra Señora de la Encarnación.
Posteriormente, se celebró la eucaristía, que fue presidida por el obispo de la Diócesis de Encarnación, Monseñor Francisco Javier Pistilli. El punto de partida de los peregrinos fue la Iglesia Inmaculada Concepción de María de la ciudad.
Los feligreses católicos acompañaron a la comitiva eclesiástica hasta el otro extremo del microcentro de la capital departamental. La misa se celebró en el interior de la Catedral, cerca de las 8:00.
Cerrar la puerta al rostro del mal
El obispo centró su homilía en describir los requisitos para la indulgencia plenaria, inició con la explicación de qué representa el rostro del mal, del que debemos alejarnos, y el rostro del bien, que es el rostro del Señor.
Entretanto, el mal “se ve reflejado en la guerra cruenta […], en las guerras que dividen a la sociedad y al mundo en visiones antagónicas, ya sean políticas, económicas, sociales, intelectuales, religiosas, ideológicas o generacionales”.
Monseñor exhortó a seguir al rostro del bien, “aunque conlleve la renuncia de privilegios”.
Por último, pidió “cerrar las puertas al mal que quiere entrar entre nosotros a través de la plata, a través del poder y a través del placer egoísta”. También subrayó: “el mal peregrina a través de las tecnologías de hoy”.