El caso surge a raíz de una denuncia por parte de una familia menonita que buscaba adquirir tierras en el Chaco. Le ofrecieron 8 mil hectáreas, pero fueron engañados, llegando a pagar más de 1.600.000 dólares sin recibir la propiedad prometida. Tras varios años de espera y sin el terreno, decidieron denunciar el fraude. La Fiscalía de Santa Rosa del Aguaray, junto con la Policía Antisecuestro, investigó el caso y logró la detención de los tres imputados. Además, se solicitó su prisión preventiva.
Los imputados son José Francisco Ljubetic Arrelaga, de 73 años, Ilsa Marisela Paredes y Willian Roberto Bogarín Campuzano, este último recientemente apartado de su cargo en el Congreso.
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Nuestro medio accedió al escrito en contra de los procesados y el caso describe el esquema de estafa llevado a cabo desde 2017 hasta agosto de 2024, en el que José Francisco Ljubetic Arrellaga, Willian Roberto Bogarín Campuzano e Ilsa Marisela Paredes, habrían engañado a los hermanos Bernardo y Hernán Friesen Neufeld para que les entregaran una importante suma de dinero bajo la promesa de adquirir tierras en el Chaco, específicamente en la Colonia Ñande Mbae.
A lo largo de estos años, los acusados habrían utilizado engaños, declaraciones falsas y documentación manipulada para generar la falsa expectativa de que los hermanos Friesen adquirirían tierras del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT). José Francisco Ljubetic, quien lideraba el esquema, se presentó como un abogado de confianza ante la familia menonita, brindando supuestas gestiones judiciales con su equipo jurídico compuesto por Willian Roberto Bogarín y Ilsa Marisela Paredes.
Los acusados habrían presentado documentos y promovido acciones judiciales falsas ante el INDERT y otros tribunales, lo que permitió a Ljubetic seguir solicitando pagos a los hermanos Friesen, primero para gastos administrativos y luego bajo excusas que mantenían la falsa esperanza de que la compra de las tierras estaba en proceso. En total, los hermanos Friesen habrían entregado alrededor de 1.6 millones de dólares a lo largo de los años.
Las acciones fraudulentas incluyeron la presentación de planos falsificados, la falsificación de documentos judiciales y el envío de informes engañosos sobre el avance de los trámites. Además, a pesar de que los hermanos Friesen nunca recibieron las tierras prometidas, se les pidió más dinero en diferentes momentos bajo el pretexto de que había obstáculos o que se necesitaban más diligencias judiciales.
Finalmente, en 2024, los hermanos Friesen descubrieron que las tierras que se les habían prometido no pertenecían al INDERT, sino a una empresa privada llamada Dominio S.A., y que el lote que se les había ofrecido estaba a nombre de otras personas. Esto llevó a los hermanos a realizar investigaciones, revelando que el engaño de los acusados había sido prolongado durante más de siete años.
Este caso es un claro ejemplo de un esquema de fraude que involucra tanto la manipulación de la confianza como el uso de documentos falsificados para inducir a las víctimas a realizar pagos indebidos bajo falsas promesas.
Es parte de la imputación presentada y transcribimos, ahora se aguarda la resolución del juzgado de garantías con relación a los tres imputados.