Gustavo Balmori vive con su familia en Ciudad del Este. Asistía a Caacupé cada 8 de diciembre, por el aniversario de la Virgen, desde hace más de dos décadas hasta que llegó la pandemia del Covid y sus restricciones. En el 2020, la misa central se había suspendido para los feligreses y únicamente fue transmitida en vivo.
Luego, en 2021 se reabrió la Basílica para celebrar el aniversario, pero nuevamente con algunas limitaciones hasta que en el 2022 volvió todo a la normalidad.
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Sin embargo, Gustavo recién este año pudo volver hasta el Santuario, en compañía de su familia. Una vez se animó a peregrinar utilizando unos guantes especiales para que el andar en su silla de ruedas por tan larga distancia no le dañe las manos. Fue una travesía de fe que duró 12 días, recordó.
“Quiero destacar que esto está muy lindo (la Basílica), tiene rampas accesibles y pude subir hasta la explanada sin problemas. Creo que en Paraguay estamos avanzando en inclusión”, destacó.
Niño asistió con los colores de la Virgen para pedir por la salud de su abuela
El pequeño Jeffrey Guerrero, de seis años de edad, acudió a la misa central de Caacupé en compañía de su familia desde Minga Guazú, departamento de Alto Paraná. La familia llegó en vehículo propio, pero el niño pagó su promesa de manera particular.
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Jeffrey llegó hasta la Basílica vestido con un traje especial de azul, oro y blanco, los mismos colores de la Virgen de Caacupé. Rubén Guerrero, el padre comentó que al igual que toda la familia, el niño es muy devoto.
“El vino así para pedir por la salud de su abuela, todos vinimos por eso”, explicó.
Gran afluencia de creyentes desde el este del país
Así como Gustavo Balmori o Jeffrey y su familia, una gran cantidad de grupos de fieles católicos acudieron hasta el Santuario de la Villa Serrana desde ciudades ubicadas en la zona este del país, como Ciudad del Este, Minga Guazú o Caaguazú.
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Algunos caminando y otros en bicicleta, durante toda la semana pasada hasta el domingo llegaron hasta la capital espiritual desde estas localidades.
El viaje desde estas tierras hasta la sede de la Virgen les tomó entre 7 a 8 días, en bicicleta o caminando, entre las respectivas pausas, según comentaron.