La vida de una paciente del Instituto de Previsión Social (IPS), que requiere de una cirugía láser porque tiene piedras en los riñones, está en riesgo. Su marido, un jubilado del seguro social, incluso puso en venta el automóvil de la familia para costear la operación, que debe realizarse en el sector privado porque el IPS no dispone del equipo biomédico necesario.
Pese a la urgencia del caso, desde la previsional, las autoridades respondieron hoy que el IPS Ingavi no dispone del equipo, pero que recibirán en 60 días dos equipos láser que servirán para tratar a la señora Julia Peralta (62) y otros casos similares.
“Ante la necesidad existente de pacientes con patologías renales (ureterescopia terapéutica laser) el Dr. Daniel Romero, jefe del Servicio de Urología de IPS Ingavi, menciona que recibirán dos fuentes de energía láser de última generación para el tratamiento de las litiasis del árbol urinario y además servirán para realizar cirugías prostáticas”, dice un comunicado del IPS emitido hoy.
Sin embargo, doña Julia, así como otros asegurados del IPS que se encuentran en condiciones similares, no dispone del tiempo ni la salud para soportar más esperas.
IPS alardea de capacidad de equipo que no tiene
En el comunicado del IPS, se detalla la capacidad del equipo láser que requiere doña Julia para su cirugía de los riñones. No obstante, la previsional no dispone del mismo y pide a la paciente, que urge de la cirugía por su deteriorado estado de salud, que espere la llegada del equipo.
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“Estas fuentes de energía tienen una capacidad impresionante en romper e incluso pulverizar las piedras, al ser procedimientos endoscópicos (se utilizan orificios naturales para operar), la recuperación es mucho más rápida y hay menos riesgo para el paciente. Con la llegada de estos nuevos equipos completaríamos todo el “arsenal” necesario que existe a nivel mundial y podremos resolver cualquier tipo de litiasis del árbol urinario”, dice el anuncio.
Asimismo, se menciona que en el Hospital Ingavi se dispone de un Litotriptor Extracorporeo de última generación, utilizado para piedras pequeñas que se encuentran especialmente dentro del riñón y que no tienen tanta dureza. Se resalta que el mismo no se puede utilizar en todos los casos.
Doña Julia, sin embargo, pasó por cinco sesiones de Litotriptor por disposición de los médicos del IPS Ingavi, sin obtener resultados positivos. “Con ese equipo practicaron con ella, porque de nada le sirvió. El médico ya no quiere que se haga otra sesión”, lamentó don Genaro Godoy, esposo de la paciente y jubilado del IPS.
IPS: “no sé si va a aguantar tanto tiempo”, dice esposo de paciente
Don Genaro contó a ABC que tras conocerse su caso, las autoridades del IPS se comunicaron con él para anunciarle que dentro de dos meses se recibirá el equipo láser que se requiere. No obstante, el afligido marido, que ofertó su vehículo para costear la cirugía en el sector privado, refiere que no está seguro de que la paciente esté en condiciones de esperar más tiempo.
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“Me llamó el doctor Daniel Romero, jefe de Urología. Me dijo que le van a evaluar a mi esposa y este viernes tenemos que presentarnos para que se haga el cambio de catéter. Me dijo que en un mes y medio a dos meses, ya van a tener los equipos instalados para poder hacer la operación. Vamos a ver si ella puede llegar, aguantar hasta ese tiempo”, expresó afligido don Genaro.
Doña Julia utiliza catéter hace un año y debía cambiarse el tubo para el suministro de medicamentos, la semana pasada. Tras comprar el insumo, que costó G. 600 mil y, pasar 12 horas en ayunas esperando por el procedimiento, le anunciaron que el mismo no podría realizarse porque no había anestesiólogo disponible en el Hospital Ingavi.
“Ella está con dolor, con muchas molestias y se tiene que cambiar ese catéter urgentemente. Compramos el catéter, compramos los remedios, el IPS no provee nada”, manifestó el jubilado.
Pacientes fallecen en IPS mientras esperan asistencia
Así como doña Julia, también este año, María Rebeca Jara soportó durante meses la espera de una fecha para una cirugía de extracción de la vesícula, en la cual tenía piedras. En el caso de Rebeca, en IPS le decían que no había disponibilidad para la operación, por lo que era tratada con antibióticos mientras aguardaba un turno para entrar al quirófano.
Tras esperar por varios meses, la paciente fue intervenida de urgencia el pasado 28 de mayo en el Hospital Ingavi, pero su cuadro empeoró. Posteriormente, se constató que sufrió una lesión en el estómago durante la operación. Tras varias semanas hospitalizada en terapia intensiva, falleció el 16 de julio. Su familia denunció el terrible caso ante los medios de comunicación.
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Los asegurados del IPS también denuncian a diario la carencia de medicinas y la imposibilidad de realizarse estudios complejos necesarios para el diagnóstico, por la falta de turnos o la carencia de equipos biomédicos. Regularmente, los aportantes realizan desesperados pedidos por las redes sociales u organizan actividades como polladas, para solventar tratamientos que el seguro social está obligado a costear, ya sea en sus servicios o derivando al enfermo a un servicio privado, con todos los gastos pagados.