La balsa “Rafaela”, que había suspendido sus operaciones en septiembre por la histórica bajante del río Paraguay, reanudará sus servicios el próximo miércoles. Este anuncio se da tras el incremento del nivel del río, que hoy alcanzó 1 metro con 94 centímetros, permitiendo nuevamente el cruce entre Pilar y Puerto Cano, en la provincia de Formosa, Argentina.
Miguel Meseguer, administrador de la empresa San Martinho, concesionaria de la balsa, confirmó que el servicio retomará los cruces habituales entre ambas márgenes.
“Antes de reanudar las actividades, este miércoles la balsa será inspeccionada por las autoridades argentinas, que verificarán tanto la embarcación como el remolcador”, explicó. También señaló que será necesario revalidar los permisos correspondientes, un trámite administrativo requerido para garantizar el inicio de las operaciones.
Los horarios de salida se mantendrán: desde el puerto de Pilar: 8:00 y 10:00 horas por la mañana; 14:00 y 16:00 horas por la tarde. Desde Puerto Cano: 9:00 y 11:00 horas por la mañana; 15:00 y 17:00 horas por la tarde.
Meseguer indicó que, en caso de alta demanda, especialmente en Puerto Cano, se realizarán viajes adicionales hasta que todos los pasajeros hayan cruzado. Además, aseguró que el costo del cruce sigue siendo de 200.000 guaraníes por vehículo.
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Un servicio clave para los compatriotas
En esta época del año, muchos compatriotas que residen en Argentina y Chile regresan a Pilar para reunirse con sus familias durante las fiestas de fin de año, y la balsa “Rafaela” constituye un medio esencial para facilitar estos reencuentros.
La importancia de este servicio no se limita a las celebraciones. En Ñeembucú, la balsa es de mucha importancia para el traslado de personas hacia ciudades argentinas cercanas como Formosa, Corrientes y Resistencia, donde los habitantes acceden a servicios de salud y educación superiores.
Actualmente, el departamento sigue sufriendo la carencia de especialistas médicos como cardiólogos, neurólogos y oftalmólogos, lo que obliga a muchos a buscar atención en el vecino país. De igual manera, numerosos jóvenes paraguayos optan por estudiar en universidades argentinas, lo que ha llevado a una migración hacia esas ciudades.