Caacupé en fotos: el camino de la fe de los paraguayos

Las calles de Caacupé se transforman en un mar de fe y devoción mientras miles de peregrinos, provenientes de todos los rincones del país, se dirigen a la Basílica para rendir homenaje a la Virgen de Caacupé. A pesar del calor y el cansancio, la esperanza y el amor por la Virgen guían a las familias, amigos y parejas en su camino. Con cada paso, se renueva la gratitud por los favores recibidos y la promesa de continuar con fe. En este recorrido, se viven momentos de profunda espiritualidad, desde el gesto simbólico de cargar agua bendita hasta la espera de las misas, reflejando la verdadera esencia de Caacupé. Mirá las fotos de la festividad mariana.

Caacupé en fotos
audima

Caacupé está colmada de fe y esperanza mientras miles de peregrinos se dirigen a la Basílica para la fiesta de la Virgen de Caacupé. De distintos rincones del país, familias, amigos y parejas caminan juntos, guiados por la fe inquebrantable, para agradecerle a la Virgen por los favores recibidos y cumplir sus promesas. Cada paso dado hacia la Basílica es un acto de devoción y gratitud, un testimonio de la esperanza que florece en cada corazón.

Desde distintos puntos del país los peregrinos caminan a Caacupé.
Agua y gaseosas para aplacar la sed de los peregrinos.

En el trayecto, se puede ver a vendedores ofreciendo refrigerios, agua y gaseosas para aliviar el calor, así como deliciosas comidas tradicionales que acompañan el viaje de los devotos. Pero más allá de la necesidad material, lo que realmente nutre a los peregrinos es la fortaleza espiritual que los impulsa a continuar su camino, un camino marcado por la fe y la esperanza de alcanzar la Virgen que los recibe con los brazos abiertos.

Vendedores están apostados en la ruta camino a Caacupé ofertando hamburguesas, panchos y otros.

Muchos peregrinos hacen una parada en el Tupãsy Ykua para cargar agua bendita, un acto simbólico de fe que los conecta aún más con la Virgen. Algunos caminan con atuendos que evocan a la Virgencita, como una manifestación externa de su devoción interna, mostrando su amor y veneración de una manera única y llena de espiritualidad.

Caacupé en fotos. El Tupãsy Ykua es un punto de encuentro en Caacupé donde la gente va a cargar sus botellas con agua bendita.

A pesar del calor y el cansancio, el espíritu de perseverancia no se apaga. Los peregrinos siguen firmes, confiando en que la Virgen les da la fuerza necesaria para llegar hasta su casa sagrada. Es ese amor profundo e inquebrantable por la Virgen lo que hace posible que, incluso en las circunstancias más difíciles, el viaje continúe.

Caacupé en fotos. Desde distintos puntos del país los peregrinos van caminando a Caacupé.

Ya en la explanada central, muchos esperan con ansias las misas, elevando sus oraciones al cielo. Allí, entre cantos y plegarias, se reafirma el compromiso de fe que caracteriza a todo Paraguay.

Caacupé en fotos. La Bandita de la Policía amenizando con música.
Caacupé en fotos. En la explanada de la basílica las personas se ubican esperando la misa.

Las imágenes de estos momentos de devoción auténtica, cargados de emoción y religiosidad, son las que capturan la verdadera esencia de Caacupé.

Caacupé en fotos. La Policía Nacional realiza controles en las inmediaciones de la basílica.

Artesanos a la espera de ventas

En Caacupé se encuentran apostados numerosos artesanos, en una feria, que espera recibir a los visitantes que quieren llevarse recuerdos de su visita a la Villa Serrana.

Caacupé en fotos. Los artesanos esperan a los visitantes.

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