Durante el octavo día de novenario en honor a la Virgen de Caacupé, el cardenal Adalberto Martínez pidió escuchar el clamor de los pobres, el cual posteriormente se hizo sentir ante las autoridades.
El presidente de la República, Santiago Peña, y el vicepresidente Pedro Alliana fueron abucheados y escrachados por varios ciudadanos presentes en la Basílica.
“El pueblo llora sangre, presidente. No hay remedio en el hospital, están robando todo”, le gritó uno de los presentes a Peña. El mandatario no respondió a los reclamos y se limitó a sonreír y saludar mientras se retiraba del lugar.
Seguidamente, el ciudadano añadió: “Tu país sufre, presidente. La única forma de decirle algo es ahora porque después se esconde todos los días”.
El mismo reclamo fue dirigido a Alliana, momentos antes de que subiera a su camioneta y abandonara la zona.
José Luis Fleitas, de Fernando de la Mora, fue quien alzó la voz en representación de los paraguayos y fue abordado por los escoltas para evitar que se acerque al jefe de Estado.
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“Los parlamentarios se autoasignaron un aumento de 5.000.000 de guaraníes, mientras en los hospitales no hay remedios. Tenés que salir a comprar de afuera y ahí se venden todos los remedios que salen del hospital”, lamentó Fleitas.
“Todos ellos están ganando sueldazos y al que trabaja día a día su sueldo no le alcanza para nada. Ellos ignoran la realidad del pueblo, no hacen nada para mejorar la situación”, finalizó.