Las rutas asfaltadas en el segundo departamento están en pésimo estado, llenas de baches que no solo destruyen vehículos, sino que también han ocasionado accidentes fatales. A pesar de los reiterados reclamos y protestas de las autoridades locales y la ciudadanía, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) ha hecho caso omiso a la situación, lo que ha generado una sensación de nulo interés por parte del gobierno central. Ante este panorama, el intendente local está considerando volver a enripiar las rutas asfaltadas, tal como había hecho en el año 2013 el entonces intendente Juan Carlos Rodríguez (ANR), como una forma de protesta y “solución” al lamentable estado de las vías.
El tramo de solo tres kilómetros que conecta el centro de San Pedro de Ycuamandyyú con el sitio turístico Puerto´i, se ha convertido en una trampa mortal para los conductores debido a los grandes baches. “Es una vergüenza para nosotros, es muy preocupante la situación”, expresó la concejal Lourdes Cardozo (PLRA). Por su parte, el intendente Carlos Quiñónez (ANR) lamentó la falta de respuestas del MOPC. “Hemos hecho el reclamo al Ministerio, pero no hay respuestas. Volver a hacer esa protesta de enripiar el asfalto no sé si tendrá impacto, pero es lamentable la desidia, ya han ocurrido varios accidentes”, declaró el jefe comunal.
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La concejal Cardozo también hizo un llamado a priorizar el arreglo de las calles de la ciudad y a prestar atención al problema de animales sueltos en las rutas, otro grave peligro en la zona. “Estamos comenzando a arreglar las calles con apoyo de la Gobernación y nos preparamos para poner el ambiente navideño, con grandes sorpresas para fin de año”, expresó el intendente.
En el departamento de San Pedro, las rutas pavimentadas están totalmente destruidas, otro tramo crítico es el que une la ciudad con la zona rural de Correa Rugua, donde los pobladores se han unido para realizar el bacheo de la vía de forma solidaria debido a la desidia de las autoridades. Asimismo, la ruta PY08, en el tramo de 100 km entre Santaní y Santa Rosa del Aguaray, representa un verdadero peligro, pero pesar de las manifestaciones de los pobladores, los trabajos de bacheo han comenzado de manera tímida, con soluciones que resultan momentáneas y no definitivas, además de ser realizados a cuenta gotas.