Alumnos de Luque cultivan alimentos en huertas orgánicas

LUQUE. El Colegio Nacional Gral. José Elizardo Aquino se convirtió en un referente en materia de educación sostenible gracias a un proyecto de huertas orgánicas. Es una iniciativa que comenzó en el año 2017 y que sigue creciendo con el trabajo de los estudiantes y profesores.

Estudiantes del Colegio Nacional Eli Lizardo Aquino en Luque trabajando en su huerta orgánica escolar, donde cultivan hortalizas frescas sin químicos para el consumo comunitario y educativo.
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Los alumnos del octavo y noveno grado, al principio, plantaban árboles frutales en la parte trasera del predio. Sin embargo, con el tiempo, decidieron expandir su enfoque hacia el cultivo de hortalizas orgánicas, es decir, sin el uso de pesticidas ni productos químicos.

Actualmente, el colegio cuenta con un invernadero donde cultivan una amplia variedad de vegetales y hortalizas. La producción tuvo un impacto significativo en la comunidad educativa, según resaltaron.

Cuidan con esmero los cultivos de acelga, lechuga y hierbas frescas en el invernadero escolar.

Antes del almuerzo escolar, solían preparar sus desayunos o meriendas con las hortalizas frescas de la huerta de la institución. Esta práctica les permitió a los estudiantes valorar los alimentos que ellos mismos producen y fomentar una alimentación saludable.

El proyecto no se detiene. El año pasado, los alumnos incorporaron la plantación de mandioca, uno de los cultivos más tradicionales del país. Se espera que para febrero y marzo del próximo año ya estén cosechando este tubérculo de raíz para el consumo de los estudiantes.

Financiamiento y apoyo para las huertas orgánicas

El financiamiento de la huerta es un esfuerzo colectivo. Los propios alumnos se encargan de recaudar fondos para comprar semillas, mientras que el profesor Eliseo Maldonado, encargado del proyecto, aporta abono, bolsas y herramientas necesarias para el mantenimiento de las parcelas.

Cosecha de la huerta escolar: zanahoria fresca, tomate cherry y tomate grande.

“Es un proyecto que nos enseña mucho más que a plantar”, indicó Diosnel Palacios, alumno del colegio y uno de los participantes activos en el cuidado de la huerta.

“Aprendimos a respetar a los agricultores y el trabajo que hacen todos los días. Invitó a otras instituciones educativas a que se sumen a esta iniciativa porque es una excelente manera de aprender y contribuir al bienestar de la comunidad”.

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