Los famosos pesebres de cerámica ya están a la venta en Areguá. La ciudad, famosa por su rica tradición ceramista, ya cuenta con la exposición de sus icónicas piezas, un atractivo que invita a visitantes paraguayos y extranjeros a visitar esta ciudad que queda a pocos kilómetros de Asunción.
En la calle De la Candelaria, el principal corredor artesanal de Areguá, los artesanos ya comenzaron a exhibir una amplia gama de pesebres para todos los gustos y bolsillos.
Desde los más pequeños, ideales para decorar un rincón del hogar, que se ofrecen a partir de G 60.000, hasta los impresionantes pesebres de 1.20 metros de altura, con un precio que alcanza los G 30.000.000, la variedad es notable. La anticipada venta permite a los visitantes elegir con calma y encontrar la pieza perfecta para las decoraciones navideñas.
La oferta incluye una interesante gama de modelos medianos, que se destacan por su tamaño equilibrado y su precio accesible de G 250.000. Estos pesebres son una opción popular entre las familias que buscan algo especial sin gastar en las versiones más grandes, pero que desean un adorno más llamativo que los modelos pequeños. Los artesanos locales aseguran que esta categoría es una de las más solicitadas, debido a su versatilidad y buena relación calidad-precio.
Sin embargo, para aquellos que buscan piezas únicas y exclusivas, también hay opciones especiales: pesebres hechos completamente a mano, con detalles finamente trabajados y diseños originales. Estas creaciones tienen un valor de G 4.800.000.
Expo Pesebre, la gran cita navideña
Si bien la venta ya está activa, el tradicional Expo Pesebre de Areguá se habilitará oficialmente el próximo 22 de noviembre, frente a la Municipalidad, sobre la avenida Mariscal Estigarribia. Este evento, que se extiende hasta el 23 de diciembre, reunirá a muchos artesanos de la región y es una parada obligada para quienes buscan llevarse a casa un recuerdo navideño auténtico.
Lea más: Pesebre: una tradición de 800 años que se renueva
El inicio de la venta de pesebres responde a la alta demanda que suelen tener estas piezas y al interés de los visitantes que prefieren evitar las aglomeraciones típicas de diciembre. Para muchos, el viaje a Areguá se convierte en una tradición familiar que marca el comienzo de la temporada navideña.
La producción de los pesebres es un proceso artesanal que comienza meses antes, con la recolección de la arcilla, el modelado de las figuras y la pintura a mano, lo que convierte a cada pieza en un reflejo del trabajo y la dedicación de los artesanos de Areguá. La mayoría de ellos aprendieron este oficio de sus padres y abuelos, manteniendo viva una tradición que es parte esencial de la identidad cultural de la ciudad.
Pero no solo pesebres se pueden encontrar en Areguá; también hay una variedad de planteras, ánforas, adornos para la pared y el patio.