Monseñor Ricardo Valenzuela, ofició la santa misa dominical de las 7:00 en el Santuario de Caacupé. En su prédica resaltó que la ceguera por el poder persiste en la sociedad y hace que las personas se maten para lograr lo que quieren.
“Están tan ciegos a veces que hasta hacen trampas para quitar del medio a su opositor y lo matan. Esa es una ceguera criminal”, dijo.
Así también, lamentó que muchas veces el sueño de los jóvenes que estudian para salir adelante es robado por otros que vienen y entran por la puerta de atrás.
El obispo mencionó que a algunos se le da exageradamente fácil las cosas, mientras que a otros que compiten y se preparan con su deseo de ingresar a algún lugar por su capacidad y por su talento. No lo pueden hacer porque no tienen esa ayuda.
“Eso es robar los sueños de la gente que se esfuerza. Esta ceguera no nos permite crecer ni dejar crecer a otros”, enfatizó monseñor.
Añadió que la ceguera moral de la ignorancia y la insensibilidad, también es terrible, pero que lastimosamente se ve en todas partes. “Estamos ciegos, hay muchas personas que tienen ojo, pero no ven lo que pasa a sus alrededores”, indicó.
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Juegan con la inocencia
En otro momento de su alocución, Monseñor Valenzuela, dijo que hay hombres ciegos y malvados que juegan con la inocencia de los niños arrebatándoles la alegría.
“Hay personas que juegan con los niños y para siempre les roban esa inocencia, ese es un hombre ciego por la perversidad de un placer insaciable en él. Esta es la ceguera mortal que abunda y hay que luchar para cambiar”, expresó.
El rol del sacerdote
También habló del sacerdote ya que muchas veces no se habla del rol que ellos cumplen.
Señaló que la figura y el papel del sacerdote es muy importante porque él puede comprender pero es Dios quien llama. “El sacerdote y cristiano es un humilde representante, eso somos nosotros”, puntualizó.
En la jornada se pudo observar a una importante concurrencia de feligreses que coparon la explanada de la Basílica de la capital espiritual. Se tuvo a visitantes de Ciudad del Este, Misiones, Luque, San Lorenzo, Ypané, Limpio, Coronel Oviedo, Capiatá, Encarnación y Caaguazú, entre otros.
La animación de canciones religiosas estuvo a cargo del Coro Santísima Trinidad de Capiatá.
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