La desastrosa situación de la ruta entre la zona urbana del distrito de Abaí y Tuna, cruzando por zonas pobladas como Capiitindy y Tarumá, de 30 km de extensión, es un desafío recurrente durante los temporales en muchas áreas del departamento de Caazapá. Sin embargo, es llamativo que el mencionado camino haya sido postergado tanto, teniendo en cuenta que es una vía que soporta un tráfico incesante de camiones de gran porte que transportan productos agrícolas como soja, maíz y trigo.
La intransitabilidad de la ruta Abaí-Tuna no solo dificulta el transporte de productos agrícolas, sino que también entorpece el acceso a servicios básicos y retrasa la provisión de productos de primera necesidad para la población, lo que finalmente impacta en la economía de los residentes.
Según Ángel Miñarro, la solución a este problema es la construcción de una ruta asfaltada, que es una promesa incumplida de los gobiernos anteriores. El Gobierno igualmente se está comprometiendo a ejecutarla, pero siempre hay dudas al respecto, y los pobladores solamente vamos a creer cuando termine la obra de asfaltado.
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Según datos, la construcción de la mencionada ruta ya se encuentra en la agenda del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y será financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo. Se espera la elaboración del proyecto vial, según había informado en su oportunidad el gobernador de Caazapá, Cristian Acosta.
Beneficiosa lluvia para la agricultura
Sin embargo, la lluvia que destruye los caminos beneficia a los cultivos de la época, como rubros de renta, tales como la caña de azúcar, maíz, mandioca, cebolla y hortalizas en general.
Según datos proporcionados por Manuel Morel, de la Dirección de Extensión Agraria (Deag) de Caazapá, se registró lluvia en los 11 distritos de este departamento: Abaí 13 mm, Tavaí 20 mm, 3 de mayo 17 mm, Bertoni 29 mm, Yuty 27 mm, San Juan Nepomuceno 20 mm, Buena Vista 17 mm, Maciel 15 mm, Morínigo 18 mm, Caazapá 21 mm y Yegros 25 mm.
Morel explicó que esta lluvia se registró antes de que el suelo estuviera muy seco, lo cual es muy beneficioso para el desarrollo de las plantas y también ayuda a la ganadería, pues favorece el crecimiento de los pastos y el llenado de los reservorios como tajamares.