Intendenta de Villa Oliva defiende instalación de arroceras ante rechazo de pobladores de Ñeembucú

VILLA OLIVA. Mientras la sociedad civil y los ambientalistas repudian el daño ambiental de las empresas arroceras en el departamento de Ñeembucú, la intendenta de Villa Oliva, Eusebia Marilú Musa, respalda su presencia. Argumenta que han traído progreso a la zona, empleo y apoyo a instituciones educativas, pese a las crecientes denuncias por el daño a los humedales.

Miles de litros de agua utilizan las empresas arroceras para regar el cultivo de arroz en la zona de Villa Oliva. El agua extraen del río Paraguay mediante potentes motobombas.
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En medio de un creciente descontento por el daño ambiental generado supuestamente por las empresas arroceras instaladas en el departamento de Ñeembucú, especialmente en las localidades de Villa Oliva y Villa Franca, la intendenta Eusebia “Marilú” Musa (ANR) hizo una defensa de las compañías dedicadas al cultivo del cereal.

Mientras sacerdotes, obispos, ambientalistas y pobladores denuncian la degradación de los humedales y otros recursos naturales, la jefa comunal de Villa Oliva dijo que las arroceras han traído beneficios importantes a la comunidad.

Siempre hay cosas positivas y negativas en estas situaciones, pero las empresas nos trajeron progreso”, afirmó la intendenta

Destacó que las compañías generaron 254 puestos de trabajo locales y cumplieron con sus obligaciones tributarias. Asimismo, destacó que las arroceras apoyan a instituciones, como las escuelas primarias de la zona, en el marco de su compromiso social empresarial.

Con relación a la extracción del agua del río Paraguay para el riego de los cultivos de arroz, que según los ambientalistas contribuye al descenso del mismo, la intendenta señaló que la bajante del río es cíclica; por lo tanto, la acción de las arroceras no influye en la bajante.

Sin embargo, las críticas no cesan por el daño al medio ambiente. El concejal departamental Édgar Morel (PLRA) adelantó que mañana, jueves, en la sesión de la Junta Departamental, presentará el pedido de informe al Mades con relación a la licencia ambiental otorgada a las empresas arroceras para formar canalizaciones e instalar equipamiento de captación de agua del río Paraguay para irrigación.

El obispo emérito de Misiones y Ñeembucú, monseñor Mario Melanio Medina, también se mostró preocupado por el deterioro del ecosistema de los humedales, una de las principales riquezas naturales de la zona, y advirtió que, a largo plazo, el daño podría ser irreversible.

A pesar de estas advertencias, la intendenta de Villa Oliva, Eusebia Marilú Musa, insiste en que los beneficios económicos y sociales superan los costos ambientales.

La controversia sigue creciendo en la zona, mientras los ambientalistas se preparan para nuevas discusiones y posibles movilizaciones en fecha a confirmar en defensa del medio ambiente.

Respuesta de productores

La gerente de la Federación de Productores de Arroz del Paraguay (Feparroz), Jazmín Tufari, negó que el descenso del nivel del río Paraguay esté relacionado con la extracción de agua para el riego. Explicó que la bajante extrema del recurso hídrico se debe a una sequía regional provocada por el fenómeno La Niña, que afecta gravemente las zonas que abastecen al Pantanal, donde nace el río Paraguay.

Tufari aseguró que el volumen de agua utilizado para el riego de los arrozales del Ñeembucú es mínimo y no influye en la situación.

Es apenas de 0,7% del caudal hídrico que fluye en la zona entre Villeta y Pilar, la de mayor producción arrocera, indicó. Precisó que actualmente once empresas arroceras operan en la región y afirmó que todas cuentan con licencia ambiental expedida por el Mades.

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