Octubre Rosa: “Luchar como si fuera que la vida es eterna”

Conocer los síntomas del cáncer de mama fue clave para Hilda Centurión, quien tras nueve años de tratamiento y una cirugía, hoy, tiene un mensaje de amor y superación para las mujeres que padecen esta enfermedad. Dios y su familia fueron sus pilares para sobrellevar cada etapa y salir adelante.

Hilda Centurión, padeció cáncer de mama e insta a realizarse chequeos médicos anuales.
audima

En el año 2015 fue diagnosticada con cáncer de mamá, siguió su tratamiento en el Hospital del Cáncer, fue intervenida para una reconstrucción, siempre acompañada de su familia y su mirada puesta en Dios. Hilda Centurión comparte su historia de vida, insta a la prevención y deja un mensaje para las mujeres, a nueve años del día que cambió para siempre su paso por una vida a la que se abraza con más fuerza que nunca.

Los dolores de cabeza y de espalda que sufría Hilda, a sus 41 años, eran el presagio de lo que se venía, aunque ella ni lo sospechaba.

Durante una autoinspección se percató de un líquido que salía de su mama, así que fue de inmediato a consultar con su ginecólogo en mayo del 2015. Pasó un proceso de exámenes clínicos, laboratoriales y ginecológicos que duró seis meses.

En noviembre del mismo año ingresó al consultorio médico acompañada de su esposo. “El doctor le dijo a mi marido que el proceso sería difícil y que el 80 por ciento de las pacientes terminan solas el tratamiento”.

El cáncer estaba avanzado, una cirugía no era opción en ese momento e iniciaron las sesiones de quimioterapia.

El momento más difícil

Para Hilda el momento más difícil del tratamiento fue durante la cuarta sesión de quimioterapia.

Sentí que iba a morir. Yo sólo vomitaba y estaba muy débil. Apenas metían la aguja con el medicamento y yo no paraba de vomitar. Tuvieron que cambiar la medicación porque no toleraba”, recuerda.

Los medicamentos eran costosos y no resultaron como esperaban

Fueron ocho sesiones de quimioterapia cada 21 días cuyo medicamento costaba G. 18 millones cada uno. “Tengo la suerte que yo pude conseguir”.

Comenta que en su caso se le proveyó del medicamento y lo que faltaba pudieron solventar, pero vio a muchas personas pasar por situaciones complicadas para conseguir cuando no había.

Luego de esa primera etapa de quimioterapia le realizaron una serie de estudios y el resultado fue negativo por lo que fue sometida a una cirugía donde le extirparon el tumor y una de las mamas.

Los posteriores años fueron de tratamiento, dividido en dos etapas de cinco años cada uno.

Reconstrucción

La falta de una de las mamas le provocaba un desequilibrio que afectaba la espalda entre otras molestias.

No le recomendaban la utilización de prótesis ya que su organismo no soportaría un cuerpo extraño.

La cirugía de reconstrucción la realizó también en el Hospital del Cáncer luego de cuatro años de haber recibido el diagnóstico.

Octubre Rosa: la autoinspección es importante para la detección precoz del cáncer de mama.

Paradojas de la vida

Recuerda que un año antes de que le dieran su diagnóstico fue invitada para una caminata en su ciudad, Itauguá, se trataba de una de las primeras realizadas dentro del marco del Octubre Rosa, sin embargo, no pudo asistir. “Ya venía anticipándose algo de lo que yo iba a pasar”.

El médico le dio el diagnóstico de cáncer y le dijo que solo tenía dos opciones: “ir a mi casa a esperar el momento o quedarme a luchar en el hospital”.

Si bien ella aún no aceptaba el hecho de padecer cáncer, decidió luchar, no dejarse vencer por la enfermedad a pesar de que era muy invasiva, el tumor era muy grande y varias partes de su cuerpo estaban afectadas.

“Anteriormente, el cáncer era un tabú, se tenía que mantener en silencio y se le resguardaba demasiado a la persona”, reflexiona.

Actitud ante la enfermedad

Hilda tiene tres hijos y asegura que el proceso del cáncer fortaleció a su familia. Su fe en Dios, la actitud positiva y el apoyo de su familia fue lo más importante, lo que la sostuvo.

El cáncer no se ve, pero vive con uno, ejemplifica.

“Tenemos que ponernos en primer lugar, hacer los chequeos médicos anuales para estar segura de estar sana, libre de las enfermedades. El cuerpo nos avisa, pero a veces no entendemos, estamos estresados, cansados, pero tenemos que tener en cuenta las señales”, recomendó.

Instó a luchar como si fuera que la vida es eterna y vivir como si fuera que se va morir mañana.

Lo
más leído
del día