En la iglesia católica no existe el “divorcio” y una boda realizada en el marco de esta religión solamente podría ser dejada sin efecto mediante una “nulidad matrimonial”, esto según precisó la doctora en derecho canónico, Mariela Gauto.
Actualmente cualquiera de los esposos puede pedir la anulación ante el Tribunal Eclesiástico que se encuentra en el Arzobispado de Asunción o en caso de vivir en el interior, también podría acercarse a las iglesias o parroquias de su comunidad para solicitar más información.
Asimismo, hay dos procesos, el abreviado y el ordinario, ambos con un precio de G. 3.000.000 cada uno y con una posibilidad pago fraccionado, aunque la diferencia como su nombre lo indica, el más corto podría durar entre 3 a 6 meses mientras que el segundo podría extenderse por más de un año.
“Todo se hace acá en Paraguay. Mucha gente piensa que esto debe ir a Roma, pero hay que tener presente que cada obispo es cabeza de su diócesis; puede tener su propio tribunal y a partir de ahí tomar varias decisiones”, precisó.
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¿En qué casos se anula un matrimonio?
De igual manera, la doctora precisó que para la anulación de un matrimonio, antes se realiza una “reconstrucción de la historia” de la pareja, ya que el código también establece en qué casos se podría dar una nulidad.
Por ejemplo, una infidelidad dentro del matrimonio no puede ser motivo de nulidad, pero sí lo sería si es que este engaño “se venía arrastrando desde antes del matrimonio”. Otro caso, por ejemplo, es la disparidad cuando una de las personas no está bautizada, la impotencia o que no se cumpla el mínimo de edad -mujer menor de 14 años o un hombre menor de 16-, entre otros.
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