La población de Barrial, zona rural del distrito de Tacuatí, departamento de San Pedro, fue beneficiada con muebles, equipos informáticos e instrumentos para la Unidad de Salud Familiar por parte de Tesãi y la Itaipú Binacional. Pero denuncian que desde la Segunda Región Sanitaria pretenden llevar los equipos nuevos a otras instituciones, por lo que se unen y advierten a las autoridades que no permitirán que se lleven equipos nuevos de la Unidad de Salud Familiar a otras instituciones.
El año pasado, los trabajadores de la salud llenaron formularios para ser beneficiados de Tesãi y la Itaipú para equipar la Unidad de Salud Familiar y fueron seleccionados. En julio de este año recibieron muebles, instrumentales, equipos informáticos, sillas de ruedas y todo lo necesario para la atención cómoda en el lugar, incluso acordaron con las autoridades sanitarias entregar para otras instituciones los muebles que contaban, ya que prácticamente con el proyecto renovaron todo.
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Pero la población denuncia que el polémico director de la Segunda Región Sanitaria, el Dr. Edison Florentín, presidente de seccional del distrito de General Resquín, ordenó llevar parte de los nuevos equipos a otras instituciones, lo que motiva la reacción de la población. “No vamos a permitir que lleven nuestros muebles, esa decisión tomamos como población. Vamos a evitar que lleven nuestras comodidades”, dijo Ceveriano Wyder, poblador de la zona, y aseguran que todo lo que tienen es producto de gestiones y reclamos de la comunidad, y que es injusto que en lugar de potenciar quieran llevar equipos del lugar.
La población se reúne en forma permanente, está en pie de guerra contra la Región Sanitaria y asegura que no permitirá que se lleve nada del lugar, además los lugareños reclaman más profesionales y lamentan la precariedad en la salud pública. Los fines de semanas, si hay urgencia, deben trasladarse hasta el Hospital General de Santa Rosa del Aguaray y el costo de traslado en promedio es de G. 300.000, ya que no cuentan con ambulancia en la zona.
Faltan profesionales
La población rural denuncia la falta de profesionales. “Se están yendo algunos profesionales. Necesitamos atención y más medicamentos, luego de las tres de la tarde y los fines de semana estamos sin nada, cerrado queda nuestro local de salud”, manifestó el poblador Ignacio Vera. También faltan medicamentos y no cuentan con ambulancia en la zona. En la Unidad de Salud Familiar la atención es de lunes a viernes, de 7:00 a 15:00; de unos dos mil habitantes, en promedio mensualmente unas 300 personas consultan en la unidad de salud.
Actualmente, solo cuentan con una médica, una licenciada en enfermería, una técnica y un agente comunitario, no cuentan con servicios de odontología, ni obstetra, ni farmacéutico. Los escasos trabajadores de la salud ponen el máximo esfuerzo, pero no pueden hacer mucho a favor de la necesitada población rural.