El primer accidente aéreo ocurrió el 19 de abril último. Era una avioneta con matrícula boliviana, que aparentemente realizó un aterrizaje forzoso en el límite entre los distritos de San Juan Nepomuceno y Tava’i, a escasos 200 metros de la ruta PY18 y a 3 km del arroyo Tajay en la zona de la estancia Tapyta.
Según los antecedentes, la aeronave tenía matrícula CP-3114 (con sospecha de ser adulterada), tono gris y con una franja azul, bandera boliviana y con visibles desperfectos en el tren de aterrizaje. Los datos señalan que el presunto narcoavión se quedó sin combustible y no pudo llegar a destino, que presuntamente era el distrito de Tava’i, donde tenía que cargar marihuana.
Los ocupantes del aeronave, Erwin Raúl Roble Velazco (piloto) y Jordan Melgar Salvatierra (copiloto), bolivianos, fueron detenidos en la zona del accidente y de acuerdo con el reporte de los intervinientes aseguraron que tenían 300 kilos de cocaína en el aparato siniestrado.
La aeronave que capotó ayer, según el reporte, intentó aterrizar en la propiedad de Agro Silo Santa Catalina (compañía Castor Cue) arrendada por Celso Kestring Salvalagio, paraguayo, con domicilio en Los Cedros del distrito de Tava’i. Al tocar tierra, con terreno irregular, se rompió el tren de aterrizaje.
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Con la imposibilidad de volver a despegar a raíz del percance, los ocupantes y las personas que estaban supuestamente trabajando en cultivos mecanizados, supuestamente se encargaron de quemar la aeronave para borrar las evidencias. El informe oficial indica que el objetivo real era cargar la aeronave con paquetes de sustancia prohibida, producida en cantidad en los montes de Tava’i.
En la mañana de hoy estuvo en el lugar del siniestro el jefe de investigación de accidentes aeronáuticos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Sixto Rivas, acompañado por el investigador Richard Jara, para intentar determinar la matrícula del avión siniestrado y otros datos de las circunstancias del percance. Según los datos, en 8 días los funcionarios de la Dinac presentarán informe a la fiscala Lizza Baeza de San Juan Nepomuceno, quien investiga el caso.
Según los pobladores de Tava’i, la presencia de aeronaves en la zona de los distritos de Tava’i y San Juan Nepomuceno es constante y normalmente aterrizan en algún establecimiento en dos o tres oportunidades. Después cambian de pista, para evitar procedimientos policiales, relataron.
El subcomisario Juan Báez, jefe antinarcóticos del departamento de Caazapá, dijo que no pudieron determinar la presencia de sustancia prohibida en la aeronave, sino que fue quemada prácticamente vacía. El jefe policial aseguró que no cuenta con datos o denuncias de la presunta presencia constante de narco aviones en la zona de Tav’i.