El Dr. Diego Ayala Oviedo, veterinario que conoce a Mike ya desde hace 11 años, señala que desde hace unos días este tigre Bengala cojea de la pata trasera del lado derecho.
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El síntoma hace pensar en alguna herida, golpe o -en el peor de los casos- un problema óseo.
Para mover al tigre desde el zoológico hasta el centro veterinario San Agustín, emplearán una estrategia: viajará en una jaula trampa especialmente fabricada para este tipo de procedimientos. La misma es reducida y posee orificios.
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El veterinario aplicará un preanestésico, de tal forma que el animal no pueda reaccionar y ponga en peligro su vida. Estamos hablando de un formidable felino de alrededor de 300 kilos, cuya ferocidad es reconocida en la naturaleza.
Mike será intubado
Luego se hará la sedación inhalatoria para tomarle todas las muestras necesarias. Ya fuera de la jaula se le practicará una ecografía, un ecocardiograma, y muy posiblemente una radiografía, en quirófano, según indica el profesional.
Le insertarán una vía para el suero y se controlará la humedad de los ojos, estará intubado, con oxígeno. Sedado con anestesia inhalatoria, no estará exento de riesgos, ya que no saben si tiene alguna dolencia cardíaca o renal.
“La anestesia durará el tiempo que necesito, depende de lo que vamos a hacer”, aclara.
Al terminar los estudios se recurrirá a otra droga para cortar el efecto de preanestésico inyectable.
Mike, un gigante solitario
Este tigre de Bengala era del circo Osvaldo Terry y luego pasó a formar parte de un grupo de felinos resguardados por la fundación Mary Llorens, según recuerda el veterinario.
“Los tigres, machos y hembras, están en el mismo recinto pero se juntan solo cuando se van a aparear, lo que ocurre cuando hay más luz en primavera y verano. En este caso no se juntan porque Mike ya es geronte”, amplía el profesional.
Mike, al igual que los otros tigres, vive en solitario porque podrían atacarse entre sí.
Ahora una cojera, que en el peor de los casos podría deberse a problemas de cadera o columna, impulsa esta logística.
Los felinos del zoológico
El Jardín Botánico tenía inclusive leones africanos, pero han muerto.
Todavía viven allí 28 pumas, incluidos nuevos nacimientos, de hace una semana. Un puma fue traído de Villarrica y otro de Cerrito, capturados cuando entraron a las casas, que fueron donados a la fundación.
El doctor Ayala Oviedo detalla que nueve tigres de Bengala corresponden a la fundación y dos son del zoológico.
El grupo de felinos incluyen además una yaguareté de la fundación y otra del zoológico.