Una importante cantidad de fieles acompañó las últimas actividades de la fiesta patronal de Nuestra Señora de la Asunción, protectora espiritual de la ciudad de San Bernardino, ubicada en el departamento de Cordillera.
La parroquia local fue sede de la misa central presidida por monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de la diócesis de Caacupé. Durante su homilía, el pastor resaltó a los fieles la importancia de devolver la fe y la religiosidad a las familias. “Necesitamos que los niños, las esposas/os y toda la familia en general vuelvan a tener fe y alegría en sus hogares”, resaltó.
Hoy, en los días normales “¿Qué es lo que escuchamos?”, se preguntó y respondió “escuchamos y vemos que tiene fuerza la violencia familiar”, agregó.
Cuestionó la violencia que persiste en los hogares de la actualidad y señaló que por esa razón hoy más que nunca necesitamos recapacitar y cambiar la situación.
“Sentimos que nuestra familia está resquebrajada porque no tenemos las raíces necesarias de fe. Trabajamos más por cosas superficiales y hemos dejado de lado a nuestros seres queridos”, indicó.
“Hoy las familias se están rompiendo por seguir un modelo de vida que pone como prioridad tener cosas materiales. Es cierto que nuestros Señor quiere que sus hijos vivan bien, pero no poniendo en primer lugar lo material”, explicó monseñor.
Asimismo, insistió en que hay que desarrollarse más como persona en la dimensión espiritual, y hay que enseñar a los hijos a tener y mantener el amor y la fe en Dios.
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¿Cómo surge la devoción a Nuestra Señora de la Asunción?
En otro momento de su alocución monseñor Valenzuela recordó como surgió la conmemoración a la patrona protectora Nuestra Señora de la Asunción, y dijo que la misma fue proclamada como dogma por el Papa Pío XII en el año 1950.
Mencionó que en el Paraguay se recibió la noticia con una inmensa alegría y al año siguiente monseñor Aníbal Mena Porta y el presidente de la República de se entonces, Don Federico Chávez, junto a miembros del parlamento le solicitaron al Papa que también reconozcan a la Virgen como patrona del Paraguay, y al mismo tiempo como Mariscala de las Fuerzas Armadas de la Nació. “Así fue la aceptación que llegó un 15 de agosto de 1951 a nuestro país”, destacó el obispo.
Al término de la misa, los feligreses se concentraron frente al templo para realizar el recorrido con la imagen en los alrededores de la localidad.
Luego con un desfile de imágenes los fieles se dirigieron a la Playa la Rotonda, donde se realizó la tradicional procesión náutica con el acompañamiento de numerosos pobladores y autoridades locales.
En la ciudad se tuvo a visitantes que llegaron de Altos, Atyrá, Emboscada, Asunción y Luque.
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