Víctor Benítez, viceministro de Política Criminal, se refirió al respecto de la actual situación de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, y coincidió con el ministro Rodrigo Nicora al señalar que dejó de estar en el “top tres” de las más comprometidas en su seguridad, pero aseguró que no es algo que les haga bajar la guardia.
“No significa que no debamos tener los cuidados para evitar que vuelva a surgir este tipo de inconvenientes, o lo que teníamos antes del 18 de diciembre de 2023″, dijo en referencia al operativo Veneratio.
“Tacumbú cambió muchísimo. Tenemos el control de toda la penitenciaría. En varias ocasiones he ido y entrado desde el primer rincón hasta el último sin ningún inconveniente”, remarcó.
Reconoció que todavía hay cuestiones que deben corregirse, pero dijo que están por buen camino.
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Cambiaron reglas de visita y de ingreso de mercaderías
El viceministro explicó que de los cuatro días de visitas semanales, antes de Veneratio, pasaron a tener solo dos, en tanto que el ingreso de mercaderías al Penal ahora es solo un día. “Esa misma situación vamos a tratar de replicarla en todas las penitenciarías de forma gradual”, expresó.
“La normalidad es esta, en el sentido de que vamos a ir teniendo reacciones, pero es justamente porque estaban acostumbrados a un libertinaje, no a las restricciones que hoy en día tienen”, dijo en relación con lo sucedido en Pedro Juan Caballero.
Con respecto a la presencia de personas ligadas a facciones criminales en el penal, dijo que si bien existen, actualmente no tienen indicios de una reorganización del grupo que antes controlaba la cárcel.
“Como dice el dicho, a rey muerto, rey puesto, siempre tenemos preocupación que lo estamos tratando con inteligencia penitenciaria y de la Policía Nacional”, añadió.
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Hacinamiento es factor de inestabilidad
Con respecto a la actual situación que había reconoció el ministro Nicora en los penales de Pedro Juan Caballero, Encarnación , Ciudad del Este, Emboscada y Coronel Oviedo, señaló que en gran medida la inestabilidad corresponde al hacinamiento.
“Dificulta mucho desde la separación de condenados y procesados, hasta tener un buen trabajo en la reinserción y rehabilitación”, admitió.
En ese sentido, dijo que la proyección que tienen para fin de 2024 es que la población penitenciaria crezca desde unos 18.000 hasta 22.000. Eso genera preocupación, por lo que nos encontramos trabajando con la Corte Suprema de Justicia para hacer llegar a los jueces que no se aplique sin justificación la prisión preventiva”, explicó.