¡Vergüenza cero! Comunidad chaqueña hace “vaquita” para completar alimentación escolar

Siguen las denuncias de deficiencias en el programa Hambre Cero del Gobierno. Una escuela del Chaco denuncia que los ingredientes que recibieron durarán máximo como para un día y luego deberán hacer “vaquita”. Niños perdieron la ilusión de comer mejor.

Los alumnos de Nueva Mestre desean celebrar el Día del Niño, para lo cual apelan a la solidaridad de la ciudadanía.
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Hambre Cero sigue recibiendo críticas de padres y docentes de distintas instituciones educativas del país, sobre todo de aquellas comunidades más alejadas de la capital.

Una escuela chaqueña denuncia que los ingredientes que recibieron para la preparación del almuerzo son absolutamente insuficientes.

Se trata de la escuela Paulino Oporto de Nueva Mestre, Presidente Hayes, Chaco, con 28 niños que esperaban con mucha ilusión la posibilidad de una alimentación de calidad.

Lastimosamente, la realidad desinfló el globo de su ilusión muy rápidamente y, a su corta edad, descubrieron que, antes que Hambre Cero, lo que existe es “vergüenza cero” por parte de las autoridades del Gobierno.

Hambre cero: escuela recibió ingredientes como para una pequeña familia.

Hambre Cero: ingredientes no alcanzan

Docentes y padres de la escuela Paulino Oporto denuncian que recibieron los ingredientes para la preparación del almuerzo escolar y que son claramente insuficientes para la cantidad de chicos que asisten a la institución.

En comunicación con ABC, contaron que se llevaron una triste sorpresa cuando descubrieron que los elementos que recibieron apenas alcanzaban como máximo para un día de alimentación de sus niños.

Creyendo que se trataba de un error, se comunicaron con el municipio de Irala Fernández, donde les confirmaron que las cantidades son las establecidas por una profesional nutricionista para diez días.

Madres de la comunidad trabajan como cocineras voluntarias para la escuela de sus hijos.

Ingredientes como para una familia pequeña

Los ingredientes que recibieron alcanzan a lo sumo para una familia pequeña, pero no para una institución de casi 30 alumnos.

  • 1 kg de poroto
  • 3 kg de arroz
  • 200 g de sal
  • 200 g de azúcar
  • 1 kg de harina de maíz
  • 1 paquete de orégano
  • 2 litros de aceite
  • 200 g de fécula de maíz
  • 1 paquete de bicarbonato de sodio
  • 1 paquete de laurel
  • 1 paquete de clavo de olor
  • 200 g de galleta molida
  • 1,2 kg de fideo nido
  • 1 esencia de vainilla
  • 1/2 kg de fideo tallarín
  • 1 lata de arveja
  • 1,2 kg de carne de cerdo, además de algunas frutas y verduras
Nueva Mestre comunidad ubicada a más de 356 km de Asunción.

Requerimientos alimenticios son diferentes

Una de las docentes dijo en comunicación con ABC que para un día el menú es guiso de arroz con poroto y las porciones calculadas para los pequeños son apenas de 200 g para el nivel inicial, 300 g para 1° y 2° ciclo y de 380 g para el 3º ciclo y nivel medio.

“No vino el queso, el poroto solamente vino 1 kg y la lata de arveja solamente una. Yo tengo 28 alumnos y ¿cómo vamos a darles de comer? No sé si es en una cuchara la medida”, criticó. “Polenta con salsa de carne, dice, y 1,2 kg vino de carne molida para 28 alumnos”, añadió.

La docente recordó que las exigencias alimenticias de los chicos de esa comunidad no son las mismas que para estudiantes de la Capital. ”Nosotros acá comemos comidas pesadas, no comemos a nivel de nutricionista”, dijo y agregó que sus alumnos recorren largas distancias para llegar a la escuela.

“Hay criaturas que ya se van a alzar metro (leña) con sus padres, a sacar carbones a meter en bolsitas para la venta, (...) y es una porquería lo que vino. Es una ofensa, una bofetada para las criaturas”, lamentó.

Escuela de Nueva Mestre. (Archivo)

Niños tenían la ilusión de comer mejor

La docente contó con tristeza que los niños tenían la ilusión de acceder a una alimentación mejor que la que tenían en sus casas. “Pero ni harina vino para decir ‘vamos a poner el poroto con unas tortillas’, tampoco hay huevo”, reclamó.

Contó que ayer en una reunión con los padres se tomó la decisión de hacer actividades para poder recaudar fondos y comprar los ingredientes para sostener esos diez días.

“Para un mes tiene que venir 15 kg de poroto. Se supone que las legumbres son lo mejor para fortalecer a las criaturas, pero ni eso vino. ¿Qué vamos a hacer con un 1 kg para diez días? ¿Vamos a ponerle un puñito y vamos a contar un granito para cada alumno?”, cuestionó.

La docente adelantó que hoy utilizarían toda la carne de pollo que llegó y harán un “karu guasu” para que coman como corresponde. “Nosotros vamos a hacerle la alimentación a las criaturas, pero a nuestro estilo, y vamos a comprar nomás un poco más, vamos a matar nuestras gallinas para multiplicar esto”, concluyó.

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