El sábado fueron sorteados cinco artículos artesanales en el marco de una rifa realizada por organizaciones que integran La Red Agroecológica que trabaja con Rosalina Robles, “Tesoro Nacional Vivo del Ñai’ûpo” desde el año 2021. Mediante el apoyo recibido de las personas solidarias que sumaron su “grano de arena”, ya cuenta con un tanque de oxígeno en su casa ubicada en la compañía Peguahó del distrito de Yaguarón, departamento de Paraguarí.
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Su salud continúa delicado, con medicación y máximo cuidado, según refieren en publicaciones de La Red Agroecológica.
Las organizaciones sugieren apoyar a la artesana para enfrentar su delicado estando de salud con la compra de los platitos Mbeju Tova o de su libro Ñai’ûpo Rape. También realizando donaciones de dinero mediante giros o transferencias electrónicas.
Los giros de dinero se pueden realizar al (0984) 605325 a nombre de Aníbal, hijo de Rosalina Robles. Las Transferencias se pueden llevar a cabo por BNF, cuenta 000097437618 y cédula de identidad 1.197.362.
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Los cercanos a doña Rosalina también apelan a la solidaridad de autoridades gubernamentales, considerando que se trata de una figura relevante para la cultura y la artesanía nacional. Por ejemplo, en las redes sociales circulan fotografías del “Tesoro Vivo Nacional” con la actual Primera Dama de la Nación Leticia Ocampos de Peña.
La única en el rubro
Rosalina Robles es la última persona dedicada al ñai’ûpo (labor de moldeado del lodo) en la compañía Peguaho del distrito de Yaguarón, departamento de Paraguarí. Considerando ese hecho, el Colectivo de Mujeres Alfareras Nativas de Caaguazú e Itá solicitó al entonces ministro de la Secretaría Nacional de la Cultura (SNC), Rubén Capdevila, que se la declare “Tesoro Nacional Vivo”.
Elabora utensilios autóctonos de arcilla negra, como cántaro, cantarilla, jarra de tereré, adornos para pared y otros. Con el tiempo estos recipientes fueron desplazados por los de plástico, aluminio, vidrios, entre otros materiales.
Robles aprendió de su abuela Modesta Insfrán y de su madre Troadia Cubilla los conocimientos del Ñai’ûpo y desde hace unos años, como forma de preservación de la joya de la artesanía nacional, trata de transmitir los saberes a diversas generaciones, en especial a los jóvenes.